Una pregunta recurrente entre padres, en especial primerizos, es la forma y el lugar donde deben dormir sus niños recién nacidos. Además, porque existe una alerta permanente con el tema de la muerte súbita del lactante, un dictamen para referirse a los menores de un año, que mueren al dormir sin causa aparente.
Pues bien, al respecto un último estudio realizado por la Academia de Pediatría de Estados Unidos concluye que, “muchos padres acuestan a sus recién nacidos de forma insegura”, y que los ambientes y entornos utilizados ponen en peligro la vida de los pequeños.
La investigación, denominada Nocturnal Video Assessment of Infant Sleep Enviroments basó su trabajo en grabar en vídeo, los acontecimientos que se daban en una jornada de sueño en casa de cada uno de los 167 niños, de uno, tres o seis meses; niños que nacieron en dos hospitales infantiles de Pensilvania (EE. UU.).
El estudio
Los investigadores que participaron en la experiencia científica grabaron una noche de sueño en casa de cada bebé incluido en el estudio; nacido saludable, a término y en condiciones normales, con el propósito de examinar cómo los padres abordaban dentro de la crianza, el tema del hábito del sueño.
Con esto se buscaba corroborar los factores de riesgo ya conocidos, y los de protección para la muerte infantil relacionada con el sueño, obviamente, incluyendo el síndrome de muerte súbita del lactante que se conoce a partir de estudios epidemiológicos obtenidos de relatos e informes de padres, cuidadores o hallazgos tras la autopsias de los pequeños.
Resultados
Los investigadores encontraron ciertas irregularidades relacionadas con ambientes algo riesgosos para los pequeños a la hora de dormir, como muñecos de peluche en sus cunas, protectores de barandas, almohadas, etc. Pero veamos algunos de los resultados reportados por los investigadores de la AAP.
De los 167 recién nacidos incluidos en el estudio, a 162 (97 %) se les pudo grabar al menos un vídeo durante su periodo de sueño. De ellos, 142 (88 %) tenían completos los vídeos de los 3 puntos de tiempo en el ciclo de sueño. 48 %de los recién nacidos eran de sexo masculino.
Además, la edad media de las madres y los padres fue de 29 y 32 años, respectivamente. Entre las madres, el 84 % y el 85 % de los padres eran blancos, y la mayoría de ellos, tenía algún grado de educación superior. Un punto importante es la práctica de la lactancia materna exclusiva que el 59 %, 52 % y 18 % informó que los lactantes en los 1, 3 y 6 meses, respectivamente la recibían.
Aspectos como la posición y el lugar donde los pequeños empezaron su periodo de sueño tuvieron gran incidencia en los resultados del trabajo científico, puesto que esto condicionó, en gran medida, las conclusiones del estudio.
Por ejemplo, el 58 % de los bebés de 1 mes de edad, comenzó la noche durmiendo en la habitación de los padres, y la mayoría (79 %) estaban en una superficie de descanso aprobada por la AAP, como la cuna, el moisés, o un corral, pero casi todos (91 %) de los pequeños tenían un elemento flojo en medio de su espacio de descanso que obviamente, no está aprobado para un descanso saludable.
Los elementos más comunes fueron la ropa de cama suelta, protectores para la cuna, almohadas, muñecos de peluche y los posicionadores de dormir. Además, la posición del sueño cambio intermitentemente a lo largo del tiempo de descanso nocturno:
1. El 86 % inició su sueño en posición supina o también llamada decúbito dorsal, que es aquella en la que el bebé se encuentra acostado boca arriba, con las extremidades libres. La posición más recomendada para evitar cualquier complicación.
2. El 8 % fue colocado en posición lateral o de medio lado.
3. El 4 % estuvo en la postura prono o decúbito ventral, una posición anatómica que se caracteriza porque el cuerpo está en posición tendida, boca abajo y la cabeza de lado.
Así también, más de la mitad de los niños (52 %), quienes eran lactantes de 3 meses de edad, comenzó la noche en su propia habitación, y (18 %) de los niños dormían en al menos 2 lugares a lo largo de la noche, lo que aumentó el riesgo al pasar a otra cama y dormir con otras personas.
Conclusiones
Lo más interesante de este estudio es que los niños participantes nacen en familias con un buen grado de educacióny que aun así, los ambientes infantiles donde duermen, no son los más seguros para los bebés.
Estas familias de población blanca predominantemente tienen a sus niños en entornos en los que al iniciar el sueño de los pequeños y en el trascurso de la noche, se generan factores de riesgo.
Además, la investigación incluye que existen creencias y se desconoce, en parte, las pautas para un sueño seguro y la forma de crear hábitos de descanso prolongado para los niños, por ello, indican los autores del estudio, que los resultados del mismo aportarán en la creación de materiales educativos, y a un buen plan para formar eficazmente a estos padres en las buenas prácticas de un sueño revitalizador y benéfico para sus hijos.