El primer año de vida del niño es muy importante en lo relacionado con la estimulación para el resto de la vida. Por eso, es fundamental estimularlo de todas las maneras posibles.
· En los primeros días y semanas, el estímulo auditivo es el que percibe mejor, así que ponerle música suave de cualquier tipo, si es posible, y/o canciones de melodías de cuna, es excelente.
· También es aconsejable colgarle algo en la parte superior de la cuna, donde permanece la cabeza, para que fije la mirada.
· Es importante acostar al niño en diferentes posiciones en la cuna para que cuando se despierte vea sitios diferentes del cuarto.
· La persona que esté con el bebé debe hablarle y tocarlo, pues ese es un elemento fundamental de una estimulación completa. Algunos padres se sienten “ridículos” hablándole a alguien que aparentemente no entiende, sin embargo tu hijo va grabando y aprendiendo.
· Al hablarle, es importante que pueda dirigir los ojos hacia la boca del adulto, pues un bebé aprende a hablar mejor cuando tiene al movimiento de la boca del adulto que le habla.
Cuando los padres le hablan al bebé continuamente acerca de lo que están haciendo o sintiendo, permiten que el desarrollo del lenguaje sea más rápido. También es bueno leerles cuentos en voz alta aunque ellos no los entiendan.
· Permite que el bebé reciba sol, déjalo sin ropa durante algunos momentos y ayúdale a mover sus inferiores y superiores. Hazlo por lo menos una vez al día.
· Durante el baño, o después, hazle un masaje suave por todo el cuerpo. La estimulación táctil es importantísima durante el primer año.
· Cámbialo de posición cuando todavía él no pueda hacerlo, y cuando ya pueda, ayúdalo a desplazarse haciéndole cosquillas en la espalda para estimularlo a que se siente.
·Hazle presión en la planta de los pies cuando este acostado bocabajo para que gatee.
·La rutina que se establece durante el primer año también le sirve para el futuro. Hay que mecerlo, pero no en exceso. Déjalo dormir en su cuarto apenas pase la noche, no te dejes manipular por el llanto… Si logras esto durante el primer año, fijarás un patrón que le servirá para siempre.
· Uno de los más grandes retos del primer año de vida es aceptar y responder adecuadamente a la personalidad única de su niño (a). Desde el día en que nace, cada bebe tiene ¨necesidades únicas¨, propias de su personalidad. Entender las necesidades particulares de su bebe debe ser su prioridad durante el primer año.
· El llanto es la manera como los bebes se comunican con el mundo exterior, con sus padres y con las personas que los cuidan. Los niños expresan sus necesidades a través del llanto, y si un niño llora cada vez que lo bañamos es porque está expresando su desagrado con alguna sensación como puede ser un agua fría etc. Es importante que los padres aprendan a distinguir el llanto por comida o dolor etc.
Sin querer, muchas veces el llanto se puede volver un elemento manipulador y los padres hacen cualquier cosa con el fin de que no lloren. Desafortunadamente, aquí puede empezar un manejo inadecuado del llanto que termina por no servirle ni a los padres ni al niño, pues el pequeño se puede volver un llorón que manejará todas las situaciones como quiera.
Para terminar, es importante enfatizar que las rutinas del primer año son las que empiezan a organizar a este cerebro recién nacido. En la medida que organizamos lo de afuera se va organizando lo de adentro. El primer año de vida es un periodo sensible que hay que aprovechar para desarrollar los sentidos y la parte motora del bebe. El primer año es fundamental.