Hablar del tema de la lactancia y de lo importante que es en el desarrollo de tu hijo no tiene límites, pues los efectos en la salud, la parte psicológica y emocional son incalculables, y aunque se haga por poco tiempo, sus efectos se verán a lo largo de la vida. En el proceso, tu hijo recibe un sinnúmero de nutrientes, vitaminas, minerales y sustancias potenciales para el crecimiento y el funcionamiento del organismo.
Datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, indican que en el mundo cada año fallecen cerca de 7 millones de niños menores de 5 años por causas que podrían prevenirse, y de ellos, el 40 por ciento son recién nacidos, a los que una lactancia regular habría podido salvarlos. “Recibir leche materna durante la primera hora de vida podría prevenir una de cada cinco muertes y salvar cada año a más de medio millón de niños en el mundo”, anota el organismo.
Amamantar se ha convertido en una práctica escasa, pues muchas mujeres dejan de alimentar a sus hijos por prevenciones estéticas o mitos. Otras, sin una necesidad médica, acuden a la cesárea, método que limita en parte la producción de leche y entorpece el proceso natural de la lactancia.
El científico Brend Stahl dice que “solo en casos estrictamente necesarios, es decir por salud, se debe programar un parto por cesárea, pues en este tipo de alumbramientos se pierden algunos beneficios hormonales necesarios para enriquecer la leche humana, que solo se generan durante el parto natural”.
Leche única para cada bebé
Debes saber que la composición de la leche se afecta genéticamente, pero también la modifica la dieta que tú lleves. “Con lo genético no podemos hacer nada, frente a la dieta debemos enfocarnos en las madres embarazadas o que están lactando para que tengan una mejor nutrición y que su bebé reciba, a través de la leche materna, lo que necesita para su desarrollo, entre ello, vitaminas y proteínas”, dice el doctor e investigador Bernd Stahl, de Danone Nutricia.
A lo que añade que es posible que cada país requiera, por regiones, fortalecer algunas deficiencias en la alimentación de su población, pero en general, debes recibir vitaminas, hierro, pescado, frutas y verduras para construir una alimentación saludable con la que puedas producir una leche sinigual para tu bebé. “Es muy importante que la madre sepa que el bebé no recibe lo que ella comió ayer, sino que su leche es el resultado de lo que su organismo trae a lo largo de la vida”, puntualiza.
En los prematuros
Un bebé prematuro es muy vulnerable y tiende a desarrollar infecciones y complicaciones cerebrales, y la leche materna le entrega los anticuerpos, células vivientes y la nutrición apropiada para contrarrestar esto, con las vitaminas, las enzimas y los lípidos adecuados, en una alimentación que le ayudará a restablecerse.
Por ello es tan importante que si tienen un bebé prematuro y no puedes suministrarle tu propia leche, hay que recurrir a los bancos de leche y tener claro que la leche materna por sí sola no es suficiente para nivelar la salud de tu pequeño, pues ellos necesitan más proteínas y nutrientes diferentes de los de la leche; sin embargo, que reciba leche materna, sí es indispensable para su recuperación.
La doctora Ángela Victoria Martínez aclara que, “la lactancia se limita solo para las mujeres con tratamientos quimioterapéuticos, de radioterapia y con HIV, o cuando el bebé nace con trastornos metabólicos, como la galactosemia”, fuera de estas restricciones toda mujer puede alimentar a su hijo.