Consumir fibra es sumamente importante para la salud de los niños, porque con ella se ayuda a regular el sistema digestivo y los movimientos intestinales. Además, mantiene bajos los niveles de colesterol y de azúcar en la sangre.
La cantidad de fibra que necesita un niño se calcula con una fórmula sencilla: la edad más cinco. Ese número en gramos es la cantidad de fibra diaria recomendada que se debe ingerir durante la infancia.
Pero el incremento de la fibra en la dieta se debe hacer de manera gradual, pues una gran cantidad puede provocar flatulencia, distensión del abdomen y cólicos. Además, es aconsejable que tome una buena cantidad de agua por día.
Entre la lista de alimentos que incluyen fibra están los panes de grano entero, cereales, arroz, pasta, frutas y verduras.
Los niños que aprende a disfrutar una variedad de alimentos ricos en fibra tienen más posibilidades de pasar este hábito a la adultez y, en consecuencia, poseen menos riesgos de padecer ciertos tipos de cáncer.
Aunque la fibra no se absorbe, su ingestión es necesaria porque tiene importantes beneficios. Aquí hay algunos.
:: Ayuda a prevenir el estreñimiento en los niños, pues acelera el movimiento intestinal.
:: Si toma alimentos integrales, el niño se siente más saciado y esto es una ayuda para evitar que tome otros alimentos con gran cantidad de calorías. Este es un aspecto importante como medida preventiva frente a la obesidad.
:: Los azúcares que contienen los alimentos integrales, como el pan, el arroz, la pasta o las legumbres, se absorben de forma lenta. Esto ayuda a que el niño regule su apetito.
:: La fibra ayuda a reducir los niveles de colesterol, que aunque es un trastorno propio de las personas adultas, cada vez más se presenta en niños. El colesterol elevado se relaciona con la aparición de trastornos cardiacos.