El
embarazo tiene ciertas circunstancias que cambian el organismo y que probablemente se ven más como sacrificios, que como beneficios. Pero, se ha puesto a pensar ¿cuántos aspectos positivos obtienen el organismo de una mujer al estar en periodo de gestación?
Pues son muchos. Quizás le resulte difícil entenderlo; el cambio corporal, la influencia de las hormonas y la ansiedad que implica tener un nuevo ser en el organismo no es nada fácil. Pero esta etapa también es una prueba para medir la sensualidad, la autoestima y la salud.
Así que tenga en cuenta los siguientes aspectos que solo las mujeres embarazadas tienen el privilegio de tener y de sentir:
1. Estado óptimo. La gestación es una prueba del estado de salud de la madre. Si bien exige un esfuerzo físico, el hecho de saber que una mujer puede procrear sanamente es una prueba de un estado óptimo. “Obvio, hay enfermas que se
embarazan, pero no más el hecho de que tú tengas la fertilidad aprobada es bueno”, explica el ginecoobstetra Carlos Arturo Díaz Támara.
Además, como lo afirma el especialista, este también es un periodo para ‘desnudar’ las afecciones que están ocultas para tratarlas de manera precoz.
2. Menor riesgo de sufrir cáncer de seno. Las mujeres que se
embarazan y lactan a sus hijos tienen menos incidencias de cáncer de seno que aquellas que no son madres. La lactancia y la transformación que hacen las hormonas placentarias sobre el seno ayudan a que las mujeres que han tenido hijos antes de los 35 años –dice Díaz Támara– tengan menor riesgo de sufrir cáncer de mama. Esto no quiere decir que las madres no sufrirán esta enfermedad, pero si se compara con las mujeres que no tienen
bebés, el riesgo es significativamente menor (casi de 1/5.)
3. Senos grandes. No solo hablan de la capacidad de lactar, sino que también pueden convertirse en una zona erótica y atractiva. La sexóloga y terapeuta Martha Mejía dice que el factor atrayente de los senos se puede resaltar a través de escotes, sujetadores en seda, encajes o transparencias.
4. Disminución de los cólicos. Después de un
embarazo y un parto, las pacientes que han tenido antecedentes de cólicos menstruales mejoran sustancialmente entre un 50 y un 70 por ciento. Según el ginecoobstetra, en este periodo “el útero se contrae, el cuello de la mujer está muy cerrado (porque nunca ha tenido hijos) y al no dilatarse, sincrónicamente con la contracción uterina, la sangre se devuelve y hay menstruación retrógrada. En su intento de salir por el cuello del útero estrecho, se produce cólico (…) Después del parto, el cuello se ha dilatado y se facilita la expulsión del endometrio, mejorando así sustancialmente los cólicos”.
5. Zonas redondas. Para algunos hombres resulta atractivo el hecho de que la mujer esté embarazada, pues “aumenta el atractivo sexual; las nuevas curvas y el vientre prominente les genera sensaciones excitantes y desearían tener relaciones sexuales con esa persona”, señala Mejía.
“En consulta he encontrado hombres cuya fantasía sexual es tener relaciones con una mujer embarazada, ya que las encuentran más tiernas, sensibles y románticas”, agrega.
6. Buen sexo. Si no existe ninguna contraindicación médica, el
sexo no está prohibido durante el
embarazo. Durante esta etapa, la mujer puede divertirse plenamente y con satisfacción, pues disfruta sin temor a concebir. Por otra parte, señala Díaz Támara, “la congestión pélvica aumenta la circulación sanguínea del clítoris y del punto G, el cual se vuelve más prominente, mejorando así la respuesta sexual y consiguiendo orgasmos más rápido”. Otro beneficio se encuentra en la preparación del parto. “Si las mujeres embarazadas tuvieran más orgasmos antes de tener al
bebé, resultaría mas fácil la dilatación y el trabajo de parto, pues estos disminuyen el dolor y ayudan a la dilatación de la cavidad vaginal. También es placentero para los bebés, ya que en el útero, los pequeños están mejor oxigenados gracias a una mayor irrigación sanguínea durante el coito y sienten un agradable balanceo por los movimientos. Incluso, algunos estudios reafirman que las embarazadas que mantuvieron relaciones sexuales frecuentes tienen bebés más seguros, tranquilos y felices”, afirma la sexóloga.
7. Alimentación sana y ejercicio. Cuando una mujer es conciente de que su cuerpo alberga a otro ser humano, su concepto frente al cuidado cambia. Durante la gestación, las mujeres empiezan a comer sanamente y a asistir a un gimnasio, creando así buenos hábitos alimentarios y de ejercicio.