A esta periodista y presentadora, el embarazo la tienen más feliz que nunca y no le han impedido continuar con sus actividades.
ABC: ¿Cómo planeó ser mamá?
Adriana: Desde siempre fue un proyecto de vida. Con mi esposo ya habíamos hablado de buscar un bebé, pero todo pasa en el momento perfecto y la noticia llegó en enero, aunque en diciembre se produjo el milagro de vida.
ABC: ¿Por qué escogió este momento?
A: Porque las condiciones de estabilidad a nivel de pareja y laborales eran propicias. Yo llevo 10 años en el periodismo y a pesar de que me falta mucho por hacer, ya tengo un buen camino recorrido y decidí que era hora de darle prioridad a mi vida personal. Además, tengo 31 años y me parece que es una edad perfecta para poder disfrutar de los hijos siendo joven.
ABC: ¿Quiere decir que le gustaría tener más hijos?
A: Sí, me gustaría tener dos. Me parece que es el número ideal, lo digo porque tengo una hermana a la que adoro con todo mi corazón y tengo los recuerdos más lindos de la infancia, de nuestras diabluras y pilatunas, de nuestros juegos, nuestra amistad y de tantos principios y valores que se empiezan a aprender desde la casa.
ABC: ¿Ya sabe el sexo del bebé?
A: Sí, es un niño.
ABC: ¿Sabe cómo lo va a llamar?
A: Gabriel. Es el nombre de un ángel al que le tengo mucha devoción, significa el enviado de Dios y a mi esposo también le encantaba. Es más, si hubiera sido una niña, se habría llamado Gabriela.
ABC: ¿Se ha sentido especialmente conmovida en algún momento del embarazo?
A: En el primer mes le oímos el corazón al bebé y fue un sonido absolutamente profundo, queda resonando en tu ser, porque aún siendo muy pequeñito era muy intenso. Fue un momento en el que fui consciente de que era el sonido del corazón de mi hijo. También verlo moverse en la ecografía, que se lleve las manos a la boca y mueva las piernitas, es solo ahí cuando dices: “De verdad, hay un ser humano vivo en mí”.
ABC: ¿Ha sentido que el embarazo la ha cambiado en algo?
A: Siempre he sido muy creyente y devota, pero desde que estoy embarazada valoro mucho más el sentido de Dios, porque solamente cuando estás embarazada es cuando ves realmente el milagro de la vida y de todo lo que te rodea. También he desarrollado una solidaridad y un afecto mayor hacia las otras mujeres embarazadas y hacia los niños que me rodean o que simplemente veo en la calle.
Por Melissa Serrato Ramírez
Redactora ABc del bebé