Las hormonas disminuyen los movimientos intestinales. Esta molestia es incómoda para la futura madre y puede poner en riesgo el desarrollo del feto.
“En la cita preconcepcional, la mujer debe aprender cómo evitar el estreñimiento, pues está relacionado con la aparición de infecciones del tracto urinario, que son una de las principales causas de aborto, amenaza del mismo y parto pretérmino”, explicaIgnacio Alvira urólogo de la Universidad del Bosque.
Al mantener las heces estancadas en el tracto intestinal, hay riesgo de que las bacterias atraviesen la pared del intestino y colonicen las vías urinarias.
Molestia frecuente
Cuando se inicia la gestación, automáticamente el cerebro reduce la producción de motilina, hormona que estimula los movimientos gastrointestinales para evitar que estos alteren el desarrollo del feto, y activa la progesterona, que causa debilidad para que la gestante expulse las heces fácilmente.
La presión del útero en crecimiento hace lento el tránsito intestinal y puede alterar el trabajo de los demás órganos involucrados en la digestión.
No hay que olvidar la dieta. “Algunas mujeres reducen la ingesta de agua por las náuseas que sufren; por eso, posiblemente, presentan estreñimiento”, sugiere Fernando Gómez, jefe del Departamento de ginecología y obstetricia de la Clínica Marly.
Por lo general, la función gastrointestinal se normaliza 40 días después del parto, cuando los órganos de la madre se reacomodan. No se recomiendan medicamentos.
Si no se maneja adecuadamente desde sus primeras etapas, el estreñimiento puede generar lesiones en la madre, como fisuras anales, hemorroides, sangrado rectal o infecciones urinarias.