Todos nos preocupamos por ser buenos padres. Vivimos en una lucha constante entre otorgarles a nuestros hijos un espacio de independencia y, al mismo tiempo, darles la protección que necesitan. Los padres nos sentimos un poco a la deriva en cuanto a la crianza de nuestros hijos y, con frecuencia, nos asalta la duda de si estamos dándoles lo que verdaderamente necesitan.
La respuesta a esta pregunta es difícil, pero tenemos que confiar en nuestra intuición y también tener en cuenta las siguientes claves para que nuestros hijos reciban lo que realmente necesitan.
En primera instancia, es muy importante que los padres tengan en cuenta los intereses y destrezas de sus hijos. Al interesarse por todo aquello que le guste, él se siente importante y, también, siente que a usted, como papá, le importa lo que hace. Poner atención a sus intereses y deseos es una manera muy especial de nutrir la relación padres-hijos.
Otro factor clave es aprender a escuchar sin juzgar. Cuando sus hijos hablen sobre temas que les preocupan, aprenda a escuchar sin interrumpir y sin juzgar, así usted logrará que su hijo le siga contando sobre todo aquello que le pasa y le preocupa. Esto también lo volverá más cercano a su hijo y, poco a poco, la comunicación fluirá de una manera satisfactoria que beneficiará a ambos.
Otro consejo o clave es mirar el problema desde la perspectiva de su hijo. Lo que le pasa a su hijo de 8 años con un amigo es muy importante para él, no lo debemos menospreciar, esfuércese por entender el punto de vista de su hijo. Valide sus sentimientos de frustración o rabia y después de validar los sentimientos vendrá la búsqueda de soluciones al problema del niño.
La validación de los sentimientos de los hijos es un punto crucial, pues, si no se hace, ellos se sentirán muy frustrados o rechazados. Igualmente, hay que demostrar empatía, o sea, ponerse en los zapatos del niño para ver la situación desde su perspectiva y óptica.
Otro punto para tomar en cuenta es entender que nuestros hijos todavía son muy pequeños y ven las cosas de otra manera. Recuerde que no tienen su experiencia ni su sabiduría. La paciencia es necesaria en una buena crianza. También es fundamental que ustedes como padres acepten las limitaciones de sus hijos por edad y madurez.
Por ejemplo, un niño de 5 años no va a entender que se pone bravo, porque en realidad está triste por algo que le dijo el papá. Aquí usted, como adulto, es quien tiene que explicar y resolver la situación lo mejor posible.
Otro punto importante es estimular el progreso de sus hijos en las áreas deportivas, sociales y académicas, y no presionarlos para que sean excelentes en todo. Para lograr buenos resultados, nada más motivante que hacerles saber que sus esfuerzos son valorados.
Otro factor esencial para que los hijos tengan cubiertas sus necesidades es hacer presencia en su vida. Busquen un tiempo individual con ellos sin interrupciones.
Esto va a ayudar mucho a fortalecer el vinculo entre padres e hijos. Ese tiempo individual será de gran utilidad, especialmente para los padres ocupados.
Y, por último, todo hijo necesita manifestaciones claras de amor, no basta solo que los padres sientan ese inmenso amor, sino que los hijos lo sepan. Asegúrese de que su mensaje de amor les esté llegando de manera cotidiana. Cada hijo es diferente, por ello, encuentre cómo manifestarle su amor de manera permanente.
ANNIE DE ACEVEDO
Psicóloga y educadora