Anticonceptivos postparto, alimentos para recuperar el peso y más, con el especialista

En cualquier momento. Esta es una conducta social y realmente no hay ninguna contraindicación; lo que sí se recomienda es seleccionar un lugar higiénico y donde se emplee una técnica adecuada.

Es importante que consulte con su pediatra el seguimiento que ha tenido su bebé. Si el crecimiento ha sido armónico, constante, sostenido, así el niño se vea delgado, usted puede estar tranquila.

Ahora bien, si ese no es el escenario, hay que mirar otros aspectos que puedan estar relacionados, poniendo a un lado enfermedades. La primera pregunta que se debe hacer es: ¿qué es para usted que un bebé coma bien? ¿Realmente come el alimento que se le ofrece? ¿Cómo están sus horarios? ¿Está durmiendo lo adecuado? ¿Qué tánto líquido, con respecto al sólido, está ingiriendo? Y definir si realmente hay algún problema de salud o es algo constitucional, normal en él.

Al tener un bebé, las normas generales son: no iniciar anticoncepción hormonal antes de las seis semanas posteriores al posparto, básicamente porque la anticoncepción puede interferir con los mecanismos regulatorios de la lactancia, y más cuando se emplean combinados con estrógenos, dado que esta sustancia inhibe la producción de leche; por eso, se debe discutir con la mamá qué lactancia quiere emplear y qué conlleva.

También se sabe que, de todas maneras, hay traspaso de cantidades no cuantificadas de metabolitos de estos anticonceptivos, a través de la leche. Hasta la fecha, en los reportes de seguimiento en estudios clínicos, no hay evidencia de consecuencias en bebés o niños mayores.

Sin embargo, considero prudente que si se está lactando es mejor emplear otros métodos de anticoncepción, por lo menos hasta los seis meses del bebé, momento en el cual se pude disminuir la lactancia y continuar con otra forma de alimentación. De igual manera, aún hay controversia sobre los posibles efectos a largo plazo en los hijos de madres que usaban anticonceptivos en el parto, respecto a su capacidad reproductiva y conducta sexual en la adultez.

Sí, es normal. Es una edad en la que, según su desarrollo neurológico, comienza a adquirir un mejor control de su corporalidad, y esos movimientos espontáneos pasan de ser aleatorios a tener una intencionalidad cada vez mayor.

Con la saliva ocurren dos hechos muy importantes. El primero es que el tallo cerebral completa su maduración, lo que permite que en el bebé esta pase de ser una actividad hasta ahora refleja en su deglución, a una actividad voluntaria que lo prepara para una masticación activa. Por eso vemos que él saliva más y comienza a jugar.  Otra cosa es ver anormalidades en el bebé, como la no deglución de la saliva o atoramientos, lo que indica que algo no es normal.

Los normales, ¿por qué? Porque estamos hablando de un niño que ha tenido una vida normal y la pérdida de peso es también una consecuencia común de una enfermedad, tanto por el gasto metabólico que le implicó el malestar, como por la disminución del apetito. Su recuperación se dará en una forma armónica, aumentando el apetito, lo cual le permitirá recuperar su peso anterior y continuar con su crecimiento.

El empleo de productos o alimentos especiales solo se justifica si hay circunstancias que lo ameriten; si no, la recomendación es continuar con la alimentación normal.

La tos se presenta porque se produce una situación de atoramiento; básicamente, por el volumen que eyecta el seno al momento de estar lactando al niño. Lo que puede hacer es retirarlo del pecho en ese momento, darle tiempo para que degluta y continuar. Pienso que soplarlo es como el ‘elemento sorpresa’ que lo hace parar y no veo ningún problema, pero lo más prudente es retirarlo unos minutos para que pueda deglutir.