Hace algún tiempo, científicos de la Universidad de Granada, UGR (sur de España), confirmaron que existe una asociación significativa y directa entre el estado nutricional de los niños y quien les prepara la comida.
De allí que casi siempre decimos que nada sabe mejor que la comida de mamá, pues cuando ella se encarga de elegir y preparar los platos de sus hijos, en general los resultados son muy buenos y, además, los alimentos vienen con grandes benéficos para la salud y el peso corporal de los pequeños.
Un punto importante de la comida en casa, es precisamente el tema de la elección, preparación, cocción y forma de servir las comidas, el cual deben ser óptimo para que
los alimentos no pierdan su valor nutricional, y los procesos de preparación conserven cuidadosamente, las propiedades y frescura de cada ingrediente, mucho más, si se manipulan carnes, verduras, frutas y otro tipo de alimentos que requieren un tratamiento especial.
Mira cómo preparar un menú para tu bebéAhora bien, es primordial que no solo se elijan los mejores y más frescos alimentos para una preparación diaria, sino que los utensilios y elementos de cocina sean también de buena calidad y permanezcan en estricto aseo, para que al momento de preparar los alimentos, estos abriguen sus propiedades y sabores naturales.
Otro punto, y que las madres lo hacen muy bien, es dominar la técnica para preparar platos apetitosos y con los nutrientes necesarios parta una buena alimentación, en especial, cuando hablamos de niños cuyo organismo se está formando y fortaleciendo.
Por ello, la forma en la que se corta la carne, cómo adobarla, el tipo de corte de las verduras, de los tubérculos y demás, es una ciencia que las madres manejan, pero que van adquiriendo paso a paso, junto con una dosis mágica de amor por sus hijos y la familia.
Comer en familia, lo más saludable
El trabajo de la Universidad de Granada incluyó a 718 niños y entre ellos, algunos adolescentes, todos escolares, de 13 centros educativos públicos y privados, y en la investigación emplearon técnicas de antropometría (medición de diversas dimensiones y medidas del cuerpo, para valorar el peso y la talla de los niños) y midieron su índice de masa corporal o IMC, una medición que permite establecer si la cantidad de kilos de una persona son los adecuados o excesivos, teniendo en cuenta su edad y sexo.
Se tomó este aspecto porque uno de los objetivos del trabajo de la Universidad de Granada (UGR) era confirmar que la comida hecha por mamá en casa, ayudaba a mantener un peso saludable en los niños y a estimular la unión familiar en torno a la mesa.
Para analizar la influencia del entorno familiar en el desarrollo del sobrepeso y la obesidad entre los alumnos, los científicos de la UGR emplearon un cuestionario elaborado por el equipo, en el que se recogía información relativa a aspectos de su entorno familiar y también referida a la frecuencia de consumo de determinados alimentos y a la práctica de alguna actividad física.
La psicóloga clínica Carmen Moyano Rojas, afirma que: “lo que comemos, cómo lo comemos y cuándo tiene mucha importancia. Todo el ambiente y la preparación para esa reunión familiar a través de la alimentación, así como la actitud que se mantiene durante el encuentro, nos proporcionarán las bases para crear el especial vínculo que nos trae la ‘ceremonia’ de la comida".
En conclusión el estudio encontró que los hijos cuyos menús son preparados por sus madres suelen estar mejor alimentados y sufrir menos obesidad, en tanto que su estado nutricional tiende a empeorar “cuando una persona diferente a la madre se encarga de preparar el menú familiar", informaron en su momento, los científicos que adelantaron la investigación.
De acuerdo a los autores, a la luz de los resultados de este trabajo existe "una necesidad" de fomentar prácticas y estilos de vida saludables entre las familias, que mantengan un adecuado estado nutricional y de salud del niño, entre las cuales es altamente recomendable la práctica de ejercicio físico a través de "juegos clásicos", no sedentarios.