Los niños pequeños tienen energía de sobra. A partir de los dos años, que es cuando inicia la etapa de la marcha y la exploración, parecen verdaderos “terremotos”: no se quedan quietos y no paran de correr, trepar, saltar y estar en constante movimiento. ¡Pareciera ser que la pila no se les acabara nunca!
Esto, aunque es normal en la mayoría de los casos, suele preocupar a los padres quienes se preguntan si es posible que su hijo este presentando un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH, o ADHD, por sus siglas en inglés).
Entonces, ¿en qué radica la diferencia entre un niño enérgico y un niño hiperactivo?
Lo primero que hay que saber es que el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno crónico que afecta a millones de niños. Sus síntomas, suelen presentarse antes de los 12 años y, en algunos pequeños, es posible que sean notorios a partir de los 3 años. Por ello, es esencial que padres y cuidadores estén atentos a la aparición de algunas señales de alerta que listamos a continuación con la asesoría médica de especialistas del Centro de Niños de Mayo Clinic:
Un niño que manifiesta un patrón de falta de atención a menudo presenta las siguientes características:
Por su parte, un niño que manifiesta un patrón de síntomas de hiperactividad e impulsividad a menudo presenta las siguientes características:
Dado lo anterior, el doctor Jyoti Bhagia, psiquiatra de niños y adolescentes del Centro de Niños de Mayo Clinic señala que si bien es normal que los niños tengan mucha energía, si esto interfiere con su comportamiento y desempeño en el hogar, en la escuela o en entornos sociales, es posible considerar un diagnóstico de TDAH. “Si los padres tienen preocupaciones continuas por síntomas de falta de atención y / o hiperactividad por un período de seis meses o más deben consultar con un especialista”, señala.
A su vez, el experto enfatiza que “algunos padres pasan por alto los síntomas de falta de atención e hiperactividad como un simple problema de comportamiento lo que puede retrasar el diagnóstico y afectar negativamente a los niños, ya que muchas veces son considerados "traviesos" o "problemáticos"”, advierte el doctor Bhagia.
Ahora bien, si el niño no presenta los síntomas descritos anteriormente pero permanece demasiado activo es pertinente considerar algunos ‘tips’ para encauzar positivamente toda esa energía de sobra. Para el doctor Bhagia, es esencial que los niños participen en actividades al aire libre durante su tiempo de ocio como correr, jugar con la pelota, andar en bicicleta y divertirse en los juegos del parque. También es importante que los niños participen en actividades deportivas en equipo como fútbol natación, basketball, etc. Además, para el especialista es fundamental mantener a los niños ocupados en actividades al aire libre, ya que los niños con TDAH son propensos a la adicción que generan los dispositivos electrónicos.
El problema es de crianza. FALSO. Muchas veces se cree que los problemas de conducta derivados del TDAH tienen su origen en una "mala crianza". Sin embargo, el comportamiento de los niños con TDAH está relacionado con sus síntomas de hiperactividad y falta de control de los impulsos. De hecho, para trabajar con niños con TDAH, los padres necesitan muchas más habilidades y técnicas que solo adquieren con el acompañamiento y orientación de un equipo médico profesional.
El consumo de dulces produce hiperactividad. FALSO. Aunque se sospecha del azúcar como causante de la hiperactividad disgnosticada, no existen pruebas confiables al respecto. Lo que sí genera su consumo es el incremento de energía ara sustentar las actividades en las que los niños requieren gran gasto calórico.
Los niños con TDAH tienen mayores riesgos que los niños que no presentan el síndrome. VERDADERO. Tienden a tener más accidentes y lesiones que los niños que no padecen déficit de atención e hiperactividad. Además, tienden a tener una mala autoestima y son más propensos a tener problemas para interactuar con niños y adultos.
El TDAH solo afecta a los niños. FALSO. Si bien el TDAH ocurre con mayor frecuencia en varones que en mujeres, ambos sexos lo presentan. Lo que sí es cierto es que las conductas pueden ser diferentes en niños y en niñas. Por ejemplo, los niños suelen ser más hiperactivos y las niñas tienden a ser distraídas en silencio.
El TDAH desaparece a medida que el niño crece. FALSO. Aunque, en algunos casos, los síntomas disminuyen a medida que el niño madura, algunas personas nunca superan completamente los síntomas. Por lo tanto, del tratamiento adecuado que se le brinde al niño, dependerá su adaptación y su desarrollo con éxito.