Y para que los menores tengan siempre buenos recuerdos de su infancia. Recuerde que ellos deben ser partícipes de todas las celebraciones.
Diciembre es una época de unión familiar, tradiciones, festejos, reflexiones, recogimiento y manifestaciones de cariño. En Nochebuena se comparten alegrías, momentos divertidos, oraciones, cantos, comidas especiales y puntos de vista sobre lo mejor y lo peor de los 12 meses del año que está por terminar.
Es clave celebrar con amor y respeto, pero también con mesura, pues el goce de estar en familia no debe partir de una botella de licor.
“La Navidad debe vivirse a partir de momentos cariñosos y diálogos afectuosos, donde impere el buen ánimo… hay que evitar la embriaguez, pues el alcohol desinhibe, despierta la sensibilidad y puede dañar el objetivo de pasar rico en familia”, afirma la sicóloga Nhora de la Espriella.
Sobre este tema, la pediatra Olga Lucía Baquero señala que no es aconsejable beber frente a los pequeños, pues ellos pueden pensar que el licor es una bebida similar a otras y que también la pueden consumir de forma tan simple y sencilla como lo hacen los adultos.
Hay que recordar que la Nochebuena es de los niños y para los niños. Armar con ellos el árbol, decorar la casa, preparar juntos galletas o postres navideños, visitar a los abuelos, escuchar música, inventar un juego, dar regalos a los necesitados y rezar la novena con personas allegadas son formas de compartir buenos momentos, pasarla bien y dejarles a los hijos un recuerdo agradable de las celebraciones de fin de año.
“Los niños deben sentirse amados y parte de la familia. La Navidad se celebra por el nacimiento del Niño Dios y por eso también es una fiesta de la vida. Trasmitimos el amor que sentimos a través de un abrazo, un beso, una palabra o haciendo algo por el otro. Expresamos el amor incondicional que nos permite querernos tal como somos y apoyarnos en todo momento”, afirma Gloria Mercedes Isaza, sicóloga de familia.
Esta época es una oportunidad para trasmitir a los hijos los valores y las creencias de la familia, con buen ejemplo.
¿Cómo vivir una Nochebuena en paz, amor y armonía?
Estos son algunos consejos útiles.
Es importante enseñarles a los niños a compartir y darles la oportunidad de hacer algo por otras personas, ya sean conocidas o lejanas.
Los buenos deseos
Cada familia tiene sus propias tradiciones. “Repetir estos rituales año tras año desarrolla el sentido de pertenencia a la familia y permite identificar lo que nos hace diferentes de los demás y lo que compartimos con otros”, afirma la sicóloga Isaza. Los padres pueden contarles a los niños anécdotas sobre la Navidad cuando eran pequeños.
Buen ejemplo. Si los hijos ven que sus padres disfrutan esta época se reúnen en familia y repiten las tradiciones, lo van a trasmitir a sus hijos.
Fijar propósitos. “Así como es un tiempo que termina y dejamos atrás, también es el inicio de una nueva etapa que trae proyectos, sueños e ilusiones”, dice la sicóloga Isaza. Es una temporada para reflexionar acerca de las malas conductas y hábitos y proponerse metas en familia para el año siguiente, dice la sicóloga Nhora de la Espriella.
Regalos de corazón
Regalos. La llegada de un nuevo miembro de la familia al hogar, una palabra, un abrazo, una frase, una carta, un dibujo o preparar el postre favorito del niño son regalos que se brindan de corazón. Decir “lo hiciste bien”, “estás linda” o “gracias por tu ayuda” son detalles valiosos.
La felicidad está en uno mismo. La actitud hace del ambiente un momento agradable y constructivo. “Si estás feliz y tranquilo en tu espacio se disfruta igual un pavo que un huevo con arroz”, dice de La Espriella.
Resolver dificultades. En esta época es necesario hacer acuerdos, negociar, ceder, olvidar y perdonar. Las diferencias deben quedar atrás y hay que manejar la tensión
Si los padres están separados, para los niños no es bueno estar en medio del conflicto de los dos. Hay que sobrepasar las dificultades y tener una relación de armonía y tolerancia.
Por Andrea Linares G.
Redactora ABC del Bebé