Cuando se trata de generar procesos de aprendizaje y cambios de conducta en los niños, nada mejor que la lúdica, para que los temas sean asumidos y adoptados por ellos como si fueran un “juego”.
Para lograrlo hay que apoyarse en herramientas que conduzcan a una alimentación saludable que cumplan las expectativas nutricionales que debe tener el alimento diario de los niños, utilizando la creatividad para diseñar caritas en la comida, rollos similares a los de los parques infantiles, muñecos completos a partir de las diversas formas y colores de los alimentos, entre otros.
Para algunas madres el momento de la comida se convierte en una verdadera batalla, donde el niño en lugar de ser invitado a disfrutar del alimento, se le lleva a una tortura que obviamente se niega a recibir.
Según las dietistas y sicólogas expertas, cuando se tienen problemas de rechazo al alimento este momento debe resignificarse y convertirse en placer y disfrute. Por tal razón les presentamos una serie de recetas nutritivas y divertidas que contribuirán a reforzar el vínculo y la comunicación entre los padres y el niño:
Hamburguesas de jamón York y fresas
Picar dos o tres lonchas de jamón York, mézclalas con un huevo batido y con miga de Quinua (aporta proteína, mientras que la harina de pan, tan solo aporta calorías), hasta conseguir una masa a la que puedas dar forma de hamburguesa. Cocínala a la plancha con unas gotas de aceite de oliva. Puedes acompañarla con tomate natural, en ensalada o triturado. Termina la cena con un puñadito de fresas (si el niño tiene más de 18 meses, ya que esta fruta puede generar alergia).
Tortilla de espinaca con la cara de Popeye
Picar hojas de espinaca y agregarle un huevo, con harina de Quinua, hasta lograr una masa aglutinada que no se desbarate al ponerla en una sartén engrasada con aceite de Oliva, hasta formar una tortilla. La cacerola de teflón debe estar a fuego medio. Cuando se observe que ya tiene consistencia, se voltea hasta quedar dorada por ambos lados. Luego se pasa a un plato y con un dispensador de mostaza, mezclada con mayonesa, se procede a dibujar la gorra de marinero de Popeye, los ojos, la nariz, la boca y por supuesto la pipa característica de “Popeye el marino es”.
Salchichas de pescado
Por todos es sabido que es preferible no consumir embutidos, ya que contienen conservantes que es mejor no proporcionarles en edades tempranas. Lo que si es cierto es que la forma los apasiona, lo cual puede ser aprovechado para que los niños consuman pescado, alimento rico en proteína, Omega 3, vitaminas A y B, además de minerales como el calcio, el magnesio y zinc.
Para hacer las salchichas, se debe tener el pescado crudo molido, al cual se le agregará harina de Quinua y huevo para darle consistencia. El éxito está en darle forma de salchicha, tomando una cantidad no muy grande (dos cucharas de base de pescado) y girarla en un mesón que contiene maicena para que no se pegue, con la ayuda de las dos manos.
Luego de este proceso, se recomienda pasar al sartén de teflón previamente engrasado de manera generosa con aceite de Oliva, a fuego medio hasta que las salchichas tomen color dorado. A este plato se le pueden agregar dados de plátano maduro, con a rallada por encima y un poco de canela en polvo.
Nugguets de lentejas
El día anterior a la preparación, se deben dejar en remojo dos pocillos de lentejas, esto las ablandará y facilitará el picarlas crudas en el procesador, al que se le debe agregar un cuarto de cebolla cabezona, dos ramitas de cilantro y una tirita de pimentón, y un “tris” de sal. Cuando esté picado se le adiciona harina de Quinua y un huevo hasta darle el punto a la mezcla, para procederé a darle la forma de Nugguet y ponerlas a freír en aceite caliente.
A la hora de consumirlo se puede acompañar con moneditas de plátano verde.
Sopa de letras del Principito
Esta sopa siempre ha funcionado como alimento para los niños. La pasta en forma de letras se consigue en todos los mercados, lo importante en este caso es hacer un buen caldo de pollo, con cebolla y cilantro (los cuales deben ser retirados al momento de servir). A este fondo (2 litros) se le agrega un puñado de pasta, de alverjas, de papa picada en cuadros y zanahoria bien sea rallada o picada en cuadros, y sal.
Luego de una cocción de 45 minutos a una hora, se sirve con arbolitos de brócoli, previamente pasados al vapor, pero que queden crocantes. Estos árboles representan los Baobabs, que el Principito encontró al caer su avión en África.
Pancakes de banano y avena de Micky Mouse
Procesar en una licuadora los siguientes alimentos: 3 bananos, taza y media de avena en hojuelas, media taza de leche, dos cucharadas soperas de miel de abejas y una pisca de esencia de vainilla.
Procesar todos los ingredientes hasta que quede una masa liquida, pero espesa.(Un poco más espesa que la de un panqueque). Tomar una sartén que no se pegue y engrasarla con un poco de aceite de coco. Proceder a echar una cucharada grande de la mezcla y dorar por ambos lados.
Luego dorar pancakes pequeños del tamaño de una cuchara de postre, ya que estas harán las veces de las orejas de Micky. Se procede a emplatar dando la forma y si se prefiere, hacer una “carita feliz” con mermelada de mora o salsa de chocolate.