La asignación de tareas desde temprana edad es el primer paso que los padres dan en la creación de hábitos. Aunque muchos creen que la ‘mano dura’ es la mejor opción de educación, no es recomendada por los especialistas.
Camilo Molina, rey vallenato infantil del 2005, Camilo Molina, tenía 5 años recibió dos prometedores regalos: un tambor y una guacharaca. Sus padres se habían percatado de que el pequeño tenía aptitudes para la música.
“El pelado golpeaba con sus manos la mesa y utilizaba los cubiertos y las tapas de las ollas para crear distintos sonidos. También tenía buen ritmo para bailar toda clase de música”, recuerda su padre, Róbinson Molina.
A esa edad lo inscribieron en clases personalizadas de acordeón. El pequeño se comprometió con su estudio y con la música: se levantaba a las cinco de la mañana para ir a estudiar, regresaba a las dos de la tarde, almorzaba, jugaba y le dedicaba dos horas al acordeón.
Durante este proceso, sus padres fueron un apoyo. “Para nosotros es muy importante la opinión de él. Si no quiere practicar un día, lo dejamos, porque no se debe obligar, sino promover”.
Así como Camilo, grandes artistas y deportistas han conseguido sus metas gracias a la disciplina que han tenido en su vida.Para hacerlo, el primer paso es establecer y mantener reglas, las cuales deben ser claras y consecuentes.
Según Rafael Vásquez, siquiatra infantil, para lograrlo es necesario que los padres comprendan que ellos son la autoridad del hogar y que se deben crear hábitos y rutinas. “Por medio de las normas, el comportamiento y los valores que se promuevan en la casa, el niño las estructurará y las creará como una disciplina”, señala Vásquez.
Esas rutinas difieren en cada edad: de cero a 1 año se le deben fomentar los hábitos de sueño, alimentación y juego. De uno a 4 años, los padres deben proponerle al menor órdenes sencillas, las cuales serán supervisadas por los adultos.
Es importante que los padres nunca cambien las reglas ni mucho menos permitan que los niños las incumplan, porque así comienzan los problemas de educación.
Cómo no caer en el maltrato
Aura Sofía Rico, pediatra especialista en desarrollo infantil, afirma que los padres deben ser rigurosos con sus órdenes, pero no utilizar el maltrato físico ni sicológico para conseguirlo.
El siquiatra infantil Christian Muñoz señala que para lograr que los niños tengan disciplina en su vida, los padres deben tener autoridad, supervisar las actividades de sus hijos, dar buen ejemplo y felicitar las buenas actitudes de los menores.
“Aunque el niño no entienda que si es disciplinado logrará tener éxito, el sí sabe las diferencias entre una conducta apropiada e inadecuada”, señala Muñoz.
Ventajas de educar con disciplina *Desarrollo sicosocial apropiado. *Los niños se adaptan a la adversidad, toleran la frustración y desarrollan habilidades sociales adecuadas. *Están entrenados para reconocer las dificultades de los demás y poder dar una respuesta óptima. *Son niños con menor riesgo de trastornos emocionales y de ansiedad. *Son menores con más confianza y seguridad. *Organizan su tiempo y le dan prioridad a lo verdaderamente importante. *Se fijan metas, y luchan hasta conseguirlas. *Son responsables en su estudio y trabajo. *Tienen menos riesgo de llegar al consumo de las drogas, el alcohol y otros vicios. *El pequeño adquiere compromiso con sus tareas diarias. *El menor tiene el carácter para distinguir entre lo bueno y lo malo.
Educación a tiempo*La siquiatra Isabel Cuadros señala que la disciplina es el resultado de la atención y el interés que se le dé al niño. Ella recomienda los siguientes factores: *Evite cambiar las normas que se han establecido con anterioridad, porque esto promueve el desorden. *Mantenga las reglas implantadas. Los adultos son la autoridad. *Todos los mayores de la familia deben ejercer el control permanente, con el fin de mantener la disciplina. *Nunca maltrate. Prefiera el diálogo con sus hijos. *Si su pequeño se inclina por una actividad artística o deportiva, apóyelo, pero no lo obligue, la opinión de ellos también cuenta.
Mónica Toro
Redactora ABC del bebé