La resistencia de las bacterias se ha convertido en uno de los problemas más importantes de salud pública a nivel mundial haciendo que la capacidad de los medicamentos e inyecciones en contra de una infección disminuya de tal forma que los virus avanzan hasta causar un problema mayor e incluso, la muerte. Esta problemática es aún más crítica cuando hablamos de nuestros pequeños ya que las bacterias se expanden más fácilmente por su organismo debido a que sus defensas están menos desarrolladas que las de los adultos.
Pero, ¿por qué las bacterias pueden volverse resistentes a los antibióticos?
Para empezar, debes saber que la resistencia a los antibióticos se produce cuando las bacterias mutan en respuesta al uso indiscriminado de fármacos. Esto ocurre, por un lado, porque cada vez hay más personas que se auto medican y abusan de los antibióticos para tratar incluso, hasta un resfriado o una gripe común, y por otro, porque aun contando con la prescripción médica, las personas no finalizan el tratamiento según las orientaciones del médico y no toman las dosis puntualmente o se saltan algunas.
Todo esto genera que los fármacos ya no sean tan efectivos y que, para tratar la misma infección, se requiera de medicamentos más potentes o más caros, lo que a su vez implica una mayor duración de la enfermedad y del tratamiento, a menudo en el medio hospitalario.
El problema es todavía más crítico cuando se trata de la población infantil: de acuerdo con el doctor José Campos Marqués, jefe del Laboratorio de Antibióticos del Centro Nacional de Microbiología, en Madrid: “
la resistencia a antibióticos es un problema particularmente importante en pediatría porque en los primeros años de vida se concentran la mayoría de infecciones respiratorias virales y bacterianas, porque algunos de los patógenos que causan infecciones pediátricas como el
neumococo ya presentan tasas elevadas de resistencia a las más importantes familias de antibióticos y, además, porque en los cinco primeros años de la vida se produce la mayor exposición a antibióticos de toda la población”, advierte el experto.
Medidas a considerar
Por eso, ABC DEL Bebé te recuerda la importancia de istrar estos medicamentos a tus pequeños en forma correcta y responsable. Así que, para evitar que las bacterias y virus que causan enfermedades a tus hijos se vuelvan resistentes a los antibióticos es importante que tengas en cuenta estas recomendaciones de los expertos:
- Dale a tu bebé antibióticos solamente cuando su pediatra o médico especialista los recete. Jamás lo auto mediques. Esto puede ser muy peligroso para su salud.
- Recuerda que tu hijo siempre debe tomar el tratamiento tal y como lo ordena el médico. Esto significa seguir al pie de la letra las indicaciones de dosis y horarios.
- Aun cuando notes que el niño se ha recuperado y ha superado la infección, termina el tratamiento. Muchos padres lo suspenden porque creen que su hijo no lo necesita más.
- Nunca le des a tu pequeño los antibióticos que sobraron de tratamientos anteriores, en vez de crear más protección como lo creen algunos padres, generan el efecto contrario.
- No suministres los medicamentos formulados a un niño a sus hermanitos o primos. Recuerda que cada persona tiene un diagnóstico distinto, unas condiciones y una capacidad de respuesta del organismo muy distinto al de los demás. De ahí la importancia de la valoración médica.
- Evita que tu hijo tenga o con personas enfermas que puedan transmitirle infecciones.
- No olvides que una buena forma de prevenir enfermedades es a través de una dieta saludable que le aporte los nutrientes esenciales para que el organismo del niño fortalezca sus defensas.
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Y lo más importante: mantén al día el esquema de vacunaciónde tu pequeño y no te olvides de aplicarle los refuerzos correspondientes a cada etapa de crecimiento.