En varios de los países tropicales de América Latina se fueron creando los ‘smoothies’, unos batidos saludables que se preparan a base de frutas y verduras, y que se mezclan con leches vegetales, yogur o hielo.
A diferencia de los jugos tradicionales, estos batidos se preparan con el material entero, es decir con piel y cáscara, pues estas conservan gran parte de los nutrientes de las frutas.
“Hay que tener en cuenta la edad de los niños: para los que son más grandesitos me parecen geniales, ya que cumplen un papel nutritivo y al tiempo fortalecen su sistema inmune; además, son una buena opción para reemplazar los “azúcares“ provenientes de los demás alimentos empacados. También les crean un buen hábito alimenticio desde pequeños”, asegura la nutricionista Ely García.
Por su parte, la nutricionista Adriana Botero afirma que es importante tener en cuenta la preparación del ‘smoothie’, porque si no se logra una presentación atractiva para el niño, entonces se corre el riesgo de que no se lo tome.
“Hay que tener en cuenta el niño versus el color y el sabor del batido, pensar en que si le envío al pequeño un jugo verde a su colegio probablemente no va a querer tomárselo, más aún si el sabor es extraño para él”, analiza Botero.
Aunque en los ‘smoothies’ predomina el sabor de la fruta, la idea es que contenga vegetales. Por ello es importante saberlos combinar: debe saber a dulce sin que sea necesario agregarle una pizca de azúcar. Por ejemplo, si hacemos un batido de banano con espinaca, debe predominar el sabor del banano para que el niño no sienta que está comiendo la verdura; a su vez se está nutriendo de los beneficios del vegetal.
“La fórmula es 60 por ciento de fruta orgánica con un 40 por ciento de verduras. Y cuando los niños estén más acostumbrados al sabor, se puede invertir el porcentaje, pero al principio es bueno que predomine el sabor de la fruta. Por ejemplo, se le puede sacar la pepa al mango y combinarlo con col rizada”, afirma Isabel Moreno, entrenadora nutricional de Nature’s Heart y creadora de @cookielovehealthy (en Instagram).
Selecciona como mínimo 2 tipos de fruta, ya sean frescas o congeladas, según la edad de tu pequeño: plátano, pera, sandía, melocotón, kiwi, piña, cerezas, mango, aguacate, frambuesas, arándanos... Las frutas estarán peladas y troceadas. Si, además, quieres preparar un batido más saludable, apuesta por el verde añadiendo vegetales como espinacas o rúgula.
Añade 1 o 2 vasos de líquido, como agua, leche vegetal (de soja, arroz, almendra, avena), zumo de frutas, leche de coco o agua. Debes tener en cuenta que cuanto más zumo contenga la fruta añadida anteriormente, menos líquido debes poner.
Añade otros ingredientes que aporten cremosidad para que tenga la textura adecuada. Para ello, puedes utilizar frutas como banano, papaya o manzana. Además, puedes escoger ingredientes que aporten nutrientes como helado natural, crema de almendras, semillas de chía o avena en hojuelas.
Añade endulzantes naturales como hierbas aromáticas o frutas para darle sabor al batido. Una gran opción es utilizar miel de abejas o a refinada. También puedes optar por aromatizarlo con vainilla, hojas de menta picadas, dátiles o canela. Esta última es una buena opción para endulzarlo sin añadir calorías extra.
Para terminar, agrega alguno de los conocidos como “superalimentos”, como polen de abeja, germen de trigo, semillas de lino o cacao puro en polvo.