Claves para que sus hijos eleven y mantengan las defensas altas

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Que un niño tenga un virus no es solo un problema del medioambiente, también intervienen factores como sus defensas. Estas no son una parte del cuerpo, son “una constelación de células, anticuerpos y complementos que forman una especie de armamento que protege al organismo de los microorganismos, las bacterias y los virus que abundan en el entorno; ese armamento se conoce como sistema inmunológico”. Así lo define Francisco Leal Quevedo, alergólogo pediatra.
El buen funcionamiento del sistema inmune también se evidencia cuando la piel está intacta, las vías respiratorias funcionan acertadamente e incluso la nariz tiene vellos.
Ahora bien, según el doctor Leal, los niños pueden nacer con un sistema inmunológico perfecto, pero por su inocencia inmunológica o inmadurez –como la llaman–, durante los primeros años de vida, se tornan vulnerables
a las infecciones.
A la mayoría de los niños menores de 5 años les da gripe de manera frecuente, por eso se les dice ‘mocosos’. Se cree que un niño sano puede tener mensualmente hasta un episodio viral, pero se entiende que está bajo de defensas cuando un simple resfriado se convierte en otitis, neumonía, bronquitis, entre otros.
Cómo se consiguen
Gonzalo Franco, pediatra, asegura que un niño adquiere defensas con la leche materna. Después, con la aplicación de las vacunas; especialmente dos: el neumococo y la influenza, que actualmente evitan la meningitis y el neumococo.
Una buena alimentación también ayuda a fortalecer defensas; debe ser rica en nutrientes para mantener un peso y un crecimiento normales en el pequeño. El zinc es un elemento que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, y recientemente se ha descubierto que la vitamina D también lo hace.
Según la doctora Diana Salinas, nutricionista de la Universidad Javeriana, el sistema inmunológico está íntimamente relacionado con la buena alimentación. De allí que sea esencial que los padres brinden a sus hijos todos los grupos de alimentos, en porciones adecuadas acordes con la edad. Se debe consultar con el pediatra y el nutricionista si es necesario incluir vitaminas y suplementos dietarios, pues solo ellos pueden determinarlo, dependiendo de patrones de crecimiento infantil establecidos por la Organización Mundial de la Salud.
Datos de la OMS revelan que los niños entre 2 y 5 años deben consumir diariamente 5 porciones de frutas y 2 de verduras.
Para fortalecer las defensas de los niños, adicionalmente, es importante promover buenos hábitos de higiene, como el baño diario, el cepillado de los dientes, el lavado frecuente de las manos y peinarse.
Un niño con defensas bajas suele enfermarse con frecuencia. Sin embargo, los papás deben dejarse guiar por un profesional de la salud, cumplir con las citas de control, crecimiento y desarrollo para evaluar peso, talla y estatura del menor.
Baja de defensas
Esta puede ser primaria: niños que se enferman mucho y gravemente porque la heredan; secundaria, los pequeños nacen bien de defensas pero por distintas razones, como desnutrición, sarampión o cáncer, sufren alteraciones en su sistema inmunológico.
“La cesta de comida es el mejor tarro de vitaminas para los niños”, dice Francisco Leal Quevedo, alergólogo pediatra.            

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