Por su parte la cafeína estimula el sistema nervioso central, pone la persona más alerta, activa e irritable, quita el sueño y aumenta la diuresis u orinadera.
La l-taurina favorece la digestión, la eliminación de grasas y la descomposición del ácido láctico que se produce cuando hay mala irrigación sanguínea en los músculos, generando calambres y cansancio. También potencia el apetito sexual y estimula la hiperactividad.
La l-fenilalanina ayuda al metabolismo de la glucosa y sirve para que el cerebro fabrique la norepinefrina que participa en las funciones de aprendizaje, memoria y agudeza mental, y la l-cisteína, aparte de ayudar al organismo a quemar grasa y contrarrestar los efectos nocivos del tabaco y el alcohol, es un estimulante de todo el organismo, ya que todos los sentidos se excitan.
Hay que diferenciar entre bebidas hidratantes y energizantes. Las primeras tienen concentraciones de sales minerales que impiden o contrarrestan la deshidratación y las segundas son estimulantes que ponen a la persona más alerta y activa, hacen que la grasa se utilice más como combustible y la fatiga es mucho menor.
Las bebidas energizantes no son nocivas, si se tiene en cuenta, por ejemplo, que una taza grande de café contiene 25 miligramos de cafeína y estas bebidas 50 miligramos. De ahí que los deportistas de pruebas de largo aliento utilicen altas dosis de cafeína para disminuir el cansancio.