“Yo solo quiero evitar que suceda una tragedia. Después los golpes de pecho no van a servir para nada”. Este es el llamado angustiosos de una abuela, quien prefiere ocultar su identidad, ante el riesgo que corre su nieto en el colegio público Gran Colombiano, sede A, de la localidad de Bosa.
Yo solo quiero evitar que suceda una tragedia. Después los golpes de pecho no van a servir para nada
Desde el año pasado los niños grandes de cursos más avanzados les pegan a los más pequeños, los empujan, incluso escaleras abajo. “Lo último que le pasó a ni niño es que llegó con un golpe en la cabeza. Los profesores no llamaron ambulancia. Han pasado ya muchas cosas y es horas de que el colegio reaccione”.
En niño tiene diez años, cursa sexto grado, y desde el año pasado su vida escolar se ha vuelto una tortura. “Él ha llegado con los ojos negros a la casa. Y va uno a hablar con los profesores y no ponen cuidado, como si no pasara nada”.
Esta mujer cuenta que, incluso, en los baños de las mujeres las niñas grandes les piden plata a las pequeñas para que puedan entrar.
El niño agredido está muy afectado y prefiere ocultarle la información a su familia. “Lo que pasa es que los último golpes ya fueron muy evidentes. No sé qué es lo que pasa en este colegio. Hoy le van a hacer un examen a ver qué tan grave es”.
Esta mujer dice que en el colegio pasan muchas cosas irregulares. “Deberían dejar que los niños pequeños salieron en otro momento a descanso y lo mismo que la salida fuera en tiempo diferentes”.
La Secretaría de Educación (SED) ya está enterada del caso y se pronunciará próximamente sobre los incidentes que ha padecido este menor de edad porque dice que, por el contrario, este colegio ha sido ejemplo de convivencia y buen comportamiento.
No encontraron ningún registro de la denuncia por parte de los padres ni del menor de edad. Por eso le piden a los padres de familia que se acerquen a hablar con las directivas del colegios para que ellos comiencen a hacer seguimiento de forma inmediata.
REDACCCIÓN BOGOTÁ
Escríbanos a carmal@eltiempo.com si su hijo ha sido víctima de matoneo en su colegio.