El reloj marcaba las 12:38 de la madrugada. Karen Martínez y Laura Daniela Gómez, dos jóvenes compañeras de trabajo, regresaban a sus casas en moto junto con unos amigos, cuando fueron brutalmente arrolladas por un grupo de motociclistas que, sin detenerse, las hicieron caer sobre el pavimento y pasaron por encima de sus cuerpos, en la vía Sibaté- Soacha.
Solo transcurrieron 10 segundos, según se detalla en un video de las cámaras de un camión que presenció lo ocurrido. Varias motos pasaron por su lado a altas velocidades, hasta que una de ellas las hizo caer en el asfalto, y dos más impactaron en los cuerpos de las dos mujeres, mientras estaban en el suelo.
Los golpes fueron tan fuertes que Karen, quien tenía tan solo 20 años e iba de copiloto en la moto, murió en el lugar del siniestro, el pasado viernes 28 de junio.
“Salió del trabajo con los amigos y el novio a tomar algo a Sibaté. Nada de alcohol, porque ella no podía tomar por su condición de salud. Ya iba para la casa cuando sucedió. A mí primero me llamó su mamá, para decirme que Karen se había accidentado”, contó su padre, Andrés Martínez, para EL TIEMPO.
Ese jueves pensábamos ir a visitar dos universidades, pero no pudimos. Ella siempre fue luchadora, no esperaba que le llegaran las oportunidades, sino que las buscaba
En ese instante, Andrés empezó a llamar a su hija, pero ya no contestaba, por lo que decidió llamar al novio de la joven, quien le dio la noticia que tanto temía escuchar: Karen había muerto, dejando “un profundo dolor” para quienes la conocían.
Según detalló su familiar, era una mujer “trabajadora, responsable, con mucha fuerza en su corazón” y sueños por cumplir, pues acababa de ganar la lucha contra el cáncer en uno de sus riñones, y soñaba con estudiar Medicina Veterinaria.
“Ese jueves pensábamos ir a visitar dos universidades, pero no pudimos. Ella siempre fue luchadora, no esperaba que le llegaran las oportunidades, sino que las buscaba”, añadió.
La joven de 20 años, tras batallar con la enfermedad, vivió por un tiempo con solo un riñón, por lo que tenía que someterse a una diálisis todos los días. “Debía estar conectada en una máquina alrededor de diez horas”.
Karen Martínez, de 20 años, planeaba obtener su licencia de conducción y comprar una moto. Foto:Cortesía de Andrés Martínez, padre de Karen
A pesar de ello, no se detuvo, e incluso trabajó durante un año y medio en un ‘call center’ para ahorrar y cumplir otro de sus sueños: comprarse una moto. Fue realizando esta labor donde conoció a Laura Daniela, la otra víctima fatal del trágico suceso que enlutó a todo el país.
Horas críticas para Laura Daniela Gómez
Mientras Karen murió sobre el pavimento, Laura Daniela, quien iba manejando la motocicleta, quedó gravemente herida y fue trasladada a la clínica San Luis, del municipio de Soacha, donde estuvo tres días con pronóstico reservado.
Mientras la joven de 27 años luchaba por su vida en la Unidad de Cuidado Intensivos (UCI), su familia afirmó para los medios de comunicación que su estado era crítico, y que solo esperaban un milagro y que se hiciera justicia.
Laura Daniela Gómez, víctima de accidente en vía Sibaté - Soacha. Foto:Redes sociales
"Lo mejor que le puede llegar a pasar a ella es quedar cuadripléjica. Si eso es lo mejor, no se quiere uno imaginar lo peor", afirmó Alexander Gómez, su papá, para las cámaras de CityNoticias.
Era alegre, vanidosa y muy recochera, le encantaba bailar y no paraba de reír. Era una excelente mamá
En la mañana del lunes festivo 1 de julio, se informó que Laura Daniela, quien era madre soltera de dos pequeños niños, de 6 y 13 años, falleció debido a las heridas. Según conoció este diario, hace tan solo tres meses había logrado comprar su moto.
Además, su abuelo también falleció horas después, tras recibir la triste noticia.
“Le encantaba estar con sus amigos, no le gustaba casi estar sola. Era alegre, vanidosa y muy recochera, le encantaba bailar y no paraba de reír. Era una excelente mamá, amaba a sus bebés, los alistaba y los llevaba al colegio antes de entrar a trabajar”, afirmó una de sus familiares para EL TIEMPO.
Mensaje de familiares de Karen y Laura Daniela. Foto:Archivo particular
Ambas jóvenes fueron despedidas por su familia y una extensa caravana de motociclistas. Varios de ellos afirmaron que rechazan lo ocurrido y pidieron más responsabilidad para quienes se movilizan a través de este medio de transporte.
“Agradecemos a cada persona que compartió, envió información, a aquellos moteros que se solidarizaron y ejercieron presión para que estas personas aparecieran. Lo de Karen y Laura no fue un accidente (...) Si las cámaras no existieran como pruebas seguirían como si nada, como demuestra la actitud que tuvieron al marcharse. No hablamos desde el odio, hablamos desde la necesidad de justicia, de que no quede impune este hecho que pudo evitarse tan solo respetando los límites de velocidad, las maniobras peligrosas, o el carril, respetando la vida misma”, dice un mensaje que dejaron ambas familias, con el hashtag #JusticiaparaKarenyLaura.
Los peligros de las rodadas de motociclistas
De acuerdo con los indicadores de desempeño estratégicos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) precisan que el 43,6 por ciento de los moteros en Bogotá exceden la velocidad máxima permitida.
De hecho, esta es la infracción que más cometen. Según la Secretaría de Movilidad, en 2023 se impusieron 245.840 comparendos por esta causa.
Pero además de no respetar los límites de velocidad y realizar competencias (conocidas como ‘candeleos’), los motociclistas incurren en otras prácticas prohibidas durante las famosas ‘rodadas’, que cada vez cobran más fuerza en las vías de Cundinamarca. Algunas de ellas son transitar en zigzag, no atender las señales de tránsito, hacer sobre pasos prohibidos, circular por bermas y andenes y ejecutar piruetas.
El exceso de velocidad es la infracción que más cometen los motociclista. Foto:MAURICIO MORENO EL TIEMPO
Y, como en el caso del siniestro de las dos mujeres arrolladas brutalmente, no solo se pone en riesgo la vida de los propios motociclistas y los parrilleros, sino además de otros actores viales.
Lamentablemente, el ‘candeleo’ no es una práctica nueva. Desde hace dos años, la misma ciudadanía ha alertado a las autoridades de este tipo de comportamientos en las vías de Villeta, La Mesa y Anapoima durante los fines de semana.
“Si bien hay grupos que salen a rodar de manera tranquila y segura para dar un paseo, también es cierto que hay otros grupos que ruedan a la mayor velocidad posible para competir o promueven que personas no tan hábiles ni expertos conduzcan a velocidades muy altas y de manera agresiva. Estos tipos de comportamientos terminan en siniestros muy graves”, afirmó Germán Prieto, profesor de la Especialización en Gerencia de Transporte de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
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