Ante cualquier tipo de emergencia, las personas tienden a reaccionar de forma variada por razones muy diversas. Y aunque la recomendación suele ser la de "conservar la calma", ante la sensación de estar en peligro, muchos pueden entrar en pánico, experimentar ansiedad o entrar en shock emocional.
En casos de emergencia, la entidad dice que hay que identificar a las personas que están alrededor y a las que puedan estar en shock emocional, el cual puede presentarse en síntomas como llanto, respiración agitada, incapacidad de seguir indicaciones con facilidad o moverse del lugar, confusión y temblor.
La Secretaría de Salud habla de favorecer la regulación emocional de las personas afectadas, lo que se puede lograr así:
- Llamar a la persona por su nombre. De no saberlo, se le puede preguntar para facilitar que centre la atención.
- Ubicarse enfrente de la persona y pedirle que tome aire por la nariz con la boca cerrada. Tendrá que retenerlo durante 5 segundos, luego soltarlo lentamente por la boca también durante 5 segundos. El proceso se puede repetir las veces que sea necesario. Incluso, dice la Secretaría, quien esté prestando la ayuda también puede hacer el ejercicio para que a la otra persona le sea más fácil imitarlo.
Según explican los expertos, los ejercicios de respiración ayudan a bajar los niveles de estrés y regularse.
Cuatro formas de mantener la calma ante un temblor
1. Respirar profundamente: Concentrarse en la respiración es fundamental. Tomar respiraciones lentas y profundas puede reducir la ansiedad y calmar el sistema nervioso.
2. Emplear afirmaciones positivas: Repetir frases positivas y tranquilizadoras puede contrarrestar los pensamientos negativos y el pánico.
Contar hasta diez: Contar lentamente hasta diez cuando se siente que el pánico aumenta puede brindar el tiempo necesario para calmarse y tomar decisiones más racionales.
3. Preparación anticipada: Practicar técnicas de manejo del estrés en situaciones cotidianas puede mejorar la preparación para enfrentar el pánico en momentos críticos.
4. Mantener un diálogo interno positivo: Utilizar un discurso interno alentador puede ser eficaz para tranquilizarse y recordar que se puede enfrentar la situación.
Enfocarse en algo concreto: Concentrarse un objeto específico puede distraer de la sensación de pánico y contribuir a mantener la calma.
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