Las imágenes que circulan por redes sociales son elocuentes: delincuentes destejando al Colegio de
Barranquilla (Codeba), una de las instituciones educativas más querida por los barranquilleros, cuya sede permanece sumida en el olvido y el abandono por la desidia oficial.
La sede antigua de la institución, ubicada en la carrera 41 entre calles 51 y 50, detrás de la sede centro de la Universidad del Atlántico, está siendo desvalijada por personas descocidas que todos los días llegan a llevarse lo que puedan.
Así lo denuncian vecinos que aseguran que recicladores se meten y sacan puertas, marcos de ventana, lavamanos y ahora se están llevando hasta las tejas.
El rector de la Universidad del Atlántico, Danilo Hernández, aseguró que la situación la han reportado a la Policía y a la misma Alcaldía, pero no ha pasado nada.
Sumido en el abandono
El Codeba estuvo desde 1971 hasta el 2017 bajo la istración de la Uniatlántico, cuando el colegio, luego de un proceso judicial, recuperó la vieja instalación considerada, en el pasado, patrimonio arquitectónico de la ciudad.
El 23 de enero del 2018 los estudiantes del Codeba regresaron a su vieja sede, para lo que se habilitaron 15 aulas dentro del plan de recuperación de su sede natural y a la que no se accedía hacia 45 años.
El traslado de esa población estudiantil servirá también para aliviar las difíciles condiciones en las estudiaban en la sede de la calle 68 entre 47 y 49, donde el hacinamiento obligó a tener que hacer uso de la medida de pico y placa.
Para recuperar la vieja sede se firmó un convenio el 22 de mayo de 2017 con el Distrito y el Itsa (institución de educación superior), el cual prometía inversiones por el orden de los 30 mil millones de pesos para la adecuación de 24 aulas, 9 laboratorios, salas múltiples, entre otras áreas, que beneficiarían a unos 4 mil estudiantes del Itsa y Codeba ambas instituciones.
Los estudiantes no regresaron por que la recuperación prometida nunca inició, y los salones, baños y áreas comunes estaban en malas condiciones.
La edificación volvió a ser cerrada y desde entonces han pasado tres años y lo único que hay son videos y fotos de delincuentes llevándose a pedazos una edificación que en un tiempo fue una de las joyas de Barranquilla.
BARRANQUILLA