En la tarde del pasado miércoles 2 de enero, en el cementerio Católico Central de
Buenaventura, se estaba cumpliendo el sepelio de una persona.
Allí, Álvaro Javier Riascos, uno de los dolientes, fue apuñalado con un cuchillo por otro de los asistentes a las exequias en circunstancias que aún son objeto de investigación por parte de las autoridades.
El ataque que generó asombro en medio del acto religioso se habría producido, según versiones de testigos, luego de que la víctima cruzara unas palabras con el agresor.
José Luis Berant, secretario de Gobierno de Buenaventura, dijo que Riascos fue llevado hasta la clínica Santa Sofía, pero minutos después fue reportada su muerte. El funcionario rechazó esta clase de violencia en la ciudad.
Las autoridades alistan este jueves un consejo extraordinario de seguridad ante la violencia de los últimos días, que ya deja como saldo a 10 personas asesinadas.
Sobre la racha de muertes, la Policía señala que se han presentado casos por intolerancia y consumo de licor como el ocurrido en un bar en donde murieron baleados Carlos Jaír García, Jhon Núñez Camacho y Julio Vallejo.
El martes 1 de enero, la Policía también reportó que en medio de un altercado de varias personas en un billar, un hombre identificado como Delmar Ruiz murió al recibir impactos de un arma de fuego.
CALI.