En la madrugada del 28 de febrero numerosos pasajeros se encontraron con las oficinas de Viva Air cerradas en el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón de Palmira, a 15 minutos de Cali.
Este jueves 9 de marzo la protesta es de quienes tenían conexiones comerciales con la firma y el negocio del turismo por vía aérea.
Desde comienzos de febrero, a través de un comunicado, se anunció que Viva Air reducía su oferta de 17 vuelos semanales desde y hacia el aeropuerto Bonilla Aragón a los destinos de playa.
Pero en el amanecer del 28 de febrero los s se encontraron con el cierre de Viva Air.
La situación despertó reacciones de contrariedad e intentos de bloqueos en al menos cinco capitales colombianas.
Los pasajeros recibieron opciones a través de Latam, para sus viajes, aunque solo con pasajes de ida asegurados hasta cuando se normalizara la actividad.
Los trámites de pasajeros siguen porque muchos tenían reservas de uno o más meses.
Este jueves, después de una mañana lluviosa, la protesta viene de quienes están en el negocio del turismo y los vuelos.
Participan empresarios y empleados del sector turístico que piden respuesta por el dinero que invirtieron sus clientes y agencias en viajes
"Un mensaje a todas las ciudades. Que nos apoyen, que vamos con toda, que vamos a seguir haciendo esto hasta que cambien las reglas", dijo uno de los voceros, a través de un altavoz.
Anotó que esta protesta "va hasta que nos den una respuesta satisfactoria tanto a los clientes, primero, como a las agencias, a los freelance y los mayoristas.".
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