Uno de ellos, el patrullero Alexander Betancur Rivas, cuenta que este atentado por poco le hace perder uno de sus ojos.
“Recuerda que se encontraban en un dispositivo por Comfandi donde no había pasado nada, pero cuando estaba anocheciendo, entre las 6:45 o 7 de la noche, escuché una detonación y en la cara sentí una onda y empecé a botar sangre”, cuenta el uniformado.
Recuerda que en ese momento sintió que perdió la visión de su ojo izquierdo y “pensé que había perdido el ojo”.
“En el momento de la detonación me tapé la cara y los compañeros empezaron a replegar para ver qué había pasado, ya cuando empecé a botar sangre vi una ambulancia al frente y había otro herido, una persona de civil, y otro compañero que sentía que la espalda le ardía y arrancamos para la clínica”, relata Betancur Rivas.
Sobre la situación, el general Juan Carlos León Montes, comandante de la Policía Metropolitana de Cali, explica que durante todo el día habían adelantado dispositivos, debido a que tenían proyectado de que el 28 de enero se presentarían alteraciones del orden público por “el aniversario de los nueve meses de las manifestaciones”.
“Cabe tener en cuenta que el sector de Comfandi siempre ha sido priorizado, y hemos colocado Policía de nuestra fuerza disponible en este lugar. Las unidades estaban cumpliendo unos relevos y de inmediato un sujeto que va caminando les lanza una granada. En la reacción policial se da con la captura del sujeto que está en proceso de judicialización”, agrega León Montes.
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