Esta semana empezó con dos protestas en Cali. Una de ellas, de más de una decena de personas que vivieron en el jarillón, antes de su reasentamiento para impulsar el fortalecimiento del dique en 26,1 kilómetros.
Una de las líderes del sector Venecia Las Vegas es Jakeline Ariza, quien sostuvo: “Comunidad desalojada hace más de 10 años dentro del proyecto jarillón de Cali. Este 10 de febrero nos encontramos en la Alcaldía, en una manifestación pacífica, buscando una solución real para las familias que han sido víctimas de desalojo violento, sin respetar sus derechos a una vivienda y un trabajo digno”.
Habló de que muchos tienen más de 50 y 60 años, y que se habrían quedado sin compensaciones con unidades productivas con animales. En la alcaldía de Cali respondieron que analizan peticiones. No obstante, dijeron que el jarillón, con dineros de Nación, ha buscado evitar inundaciones para 900.000 personas.
Esta manifestación se llevó a cabo en la entrada a la alcaldía de Cali, en la torre ubicada en el Centro istrativo Municipal (CAM).
Temor por las fuertes lluvias
Desde hace un poco más de una década, los caleños llevan escuchando anuncios sobre el refuerzo del jarillón como uno de los proyectos con obras más ambiciosos y necesarios, en especial, cuando, de nuevo, vuelven las lluvias a la ciudad.
Empezó con más un billón de pesos, la mayoría, entregados por el Fondo Adaptación del Gobierno Nacional y con participación de la Corporación Autónoma Regional del Valle (CVC), las Empresas Municipales de Cali (Emcali) y la alcaldía del distrito, esta última, para impulsar programas de reasentamientos y de unidades productivas, pensados en la población vulnerable del jarillón.
Con las lluvias regresa uno de los mayores temores de un fenómeno de la Niña inclemente con inundaciones y riesgos de fractura del jarillón del río Cauca, una barrera de 26,1 kilómetros desde el nororiente, pasando por el oriente hasta la zona del corregimiento de Navarro, en el costado suroriental de la ciudad.
Fue entre 2010 y 2011 que Cali y el Valle del Cauca fueron golpeados por esa ‘Niña’, debido a que en el jarillón estaban asentadas 8.777 familias que llegaron, en su mayoría, a ocupar terrenos irregulares, algunos crédulos se dejaron convencer por personas que les vendieron lotes e inclusive, propiciando aún, nuevas invasiones hasta ahora.
Este proyecto fue llamado el 'Plan jarillón y obras complementarias' no se ha cumplido en su totalidad.
De acuerdo con uno de los informes de la Contraloría General de la República (CGR), que analizó la gestión entre 2020 y 2022, “el objeto primordial del componente social del Plan Jarillón de Cali no se ha podido cumplir, después de 10 años de haberse aprobado (2012) y a nueve de haberse iniciado la ejecución (2013) del macroproyecto".
En efecto, "el 40 % de las 8.777 familias censadas por la alcaldía de Cali aún permanecen en los asentamientos humanos de desarrollo incompleto (AHDI) en zona de riesgo no mitigable del jarillón de Cali, con el agravante de que el reforzamiento y realce de la estructura ya ha avanzado más del 90 por ciento de los 26 kilómetros”, dice el informe de la Contraloría.
En ese documento se indica que “esto permite inferir que el riesgo inicialmente diagnosticado puede haber aumentado sin que exista un estudio que permita determinar su nivel de severidad”.
“La CGR pudo identificar sectores del jarillón de Cali ya reforzados que fueron invadidos de manera ilegal, lo que permite establecer que existen un número indeterminado de personas adicionales a la inicialmente censadas, ubicadas en la zona de riesgo no mitigable del Jarillón”, se lee en el documento de la Contraloría.
En la alcaldía de Cali han explicado que hasta diciembre del 2023 había un total de 5.291 hogares reasentados, con riesgo mitigado, lo que equivale a un 60 % de la meta de 8.777 (Fuente Informe Fondo Adaptación Convenio 001 de 2015).
La segunda protesta
Protestas en la vía al mar por el transporte de servicio escolar. Foto:Juan Pablo Rueda / EL TIEMPO
La segunda protesta fue en la vía al mar, dejando como resultado trancones en las avenidas Circunvalación y Los Cerros, así como el paso hacia el corregimiento El Saladito, a la altura del kilómetro 18. Padres, tutores y estudiantes claman por el servicio de transporte escolar.
El alcalde Alejandro Eder señaló que se espera dar una solución al servicio, que está siendo ajustado y se encontraría en una última fase.
El mandatario dijo que se buscan soluciones y que, mientras tanto, se están entregando tarjetas recargadas del MIO para el servicio.
CAROLINA BOHÓRQUEZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Cali
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