A sus 100 años, embajador magdalenense recibió grado Honoris Causa
Su vida inició en los campos, pero se desarrolló en países de todo el mundo. Celebró con su familia.
Pablo Enrique Arrieta Lara durante el grado. Foto: Prensa Universidad del Magdalena
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Pablo Enrique Arrieta Lara, a sus 100 años de vida, recibió el título como profesional en negocios internacionales Honoris Causa, otorgado por la Universidad del Magdalena.
Arrieta Lara, nacido en el municipio de Santa Ana, al sur del departamento, a diferencia de sus hermanos, primos y amigos, no le llamaba la atención las labores de campo ni cualquier otra propia de la ruralidad.
Su deseo fue siempre convertirse en un académico y, aunque su familia no tuvo los recursos para apoyarlo, nunca se dio por vencido hasta alcanzar cada una de sus metas.
A los 16 años, sin haber terminado el bachillerato, se marchó de su pueblo en busca de mejores oportunidades en diferentes ciudades.
En ese momento, gracias a que desde muy niño fue un apasionado por la lectura, ya poseía un amplio aprendizaje y conocimiento y tenía su mente abierta y preparada para cualquier nuevo desafío que le sobreviniera.
En su trasegar por ciudades como Barranquilla, Cartagena y Bogotá, intentó ingresar a universidades pagando con trabajo, pero no fue posible.
Su gran oportunidad la tendría en la isla de Curaçao, donde llegó atendiendo a una convocatoria de empleo como obrero en una refinería.
No pasó mucho tiempo, para que la empresa reconociera su capacidad intelectual y lo ubicaran en un cargo istrativo para que se desempeñara en el área de las comunicaciones y relaciones públicas.
Ahí comenzó a escribir su historia como académico. Su nombre fue ganando reconocimiento y prestigio recorriendo más de cien países como cónsul, ministro, embajador, periodista, entre otros cargos.
Un sueño hecho realidad
El señor Arrieta tiene el deseo de continuar al tanto de los últimos acontecimientos, como en este caso a través de EL TIEMPO. Foto:Álbum familiar
Tras cumplir su centenario, por fin pudo alcanzar su mas grande anhelo: convertirse en profesional.
Acompañado de sus hijos, nietos y amigos, recibió el título como profesional en Negocios Internacionales Honoris Causa, otorgado por la Universidad del Magdalena, en el marco de la tercera Feria Internacional del Libro, las Artes y la Cultura de Santa Marta – FilSMar 2021.
Todavía con una lucidez increíble, Pablo Arrieta expresó con alegría y contundencia "¡Sí juro!" en respuesta al juramento proclamado por Pablo Vera Salazar, rector de la alma mater, quien convirtió al embajador en un nuevo graduado de esta Casa de Estudios Superiores.
Previo a su ceremonia de graduación, a través de un conversatorio, presentó su libro ‘De los campos del Magdalena a la diplomacia mundial’, en un escenario compartido con su hijo Enrique de Jesús Arrieta Noguera, y sus nietos: Andrés Felipe y Enrique Javier Arrieta Díaz.
Estoy muy feliz de por fin haberme convertido en un profesional. Con este título envío un mensaje a las nuevas generaciones
Asimismo, la institución proyectó el documental ‘El discurso del abuelo Enrique’, inspirado en su libro, una idea original del rector Pablo Vera, recreada por docentes, estudiantes y graduados del Programa de Cine y Audiovisuales.
“Estoy muy feliz de por fin haberme convertido en un profesional. Con este título envío un mensaje a las nuevas generaciones de que los sueños sí se pueden hacer realidad”, manifestó emocionado el embajador Pablo Enrique Arrieta.
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Orgullo de la familia
Su nieto Enrique Arrieta también dijo sentirse muy emocionado, porque era el único objetivo pendiente de su abuelo por conseguir.
“Se trató de un día muy especial para nosotros. Especialmente para él que fue un luchador incansable para no quedarse como un agricultor en su pueblo, sino salir adelante y relacionarse con presidentes y personalidades de todo el mundo”, expresó Enrique.
Según el familiar, su abuelo a sus 100 años todavía desea seguir aprendiendo y por eso las energías que conserva las usa para leer y entender lo que sucede a su alrededor.
“A nosotros nos pide que mantengamos y hagamos más grande su legado. Sin duda es una tarea muy difícil de igualar e imposible de superar, pero buscamos imitar su ejemplo para que se sienta orgulloso de su nueva generación”, puntualiza Enrique Arrieta, mientras se retira del auditorio llevando con orgullo a su abuelo recién graduado de la Universidad del Magdalena.
Roger Urieles
Para EL TIEMPO Santa Marta
@rogeruv
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