Han pasado tres meses de la desaparición en Pereira del sacerdote católico Darío Valencia Uribe y no se sabe nada sobre su paradero. Con el objetivo de que este hecho no quede en el olvido y de exigir respuestas a las autoridades sobre el caso, familiares y amigos del clérigo, religiosos, fieles y estudiantes realizaron una marcha.
La 'Marcha de los pañuelos blancos', como la denominaron, se inició en el Parque de las banderas, cerca del templo María Auxiliadora, del cual es párroco el clérigo de 59 años, y terminó en frente de la sede de la Fiscalía en la capital de Risaralda.
Portando pancartas y afiches, luciendo camisetas con el rostro del padre Valencia y enarbolando pañuelos blancos, los manifestantes caminaron por varias cuadras exigiendo noticias de las investigaciones de la Fiscalía y que no cese su búsqueda.
No hay capturas por el caso
El principal sospechoso de la desaparición del sacerdote está en París, Francia, pero por ahora no podrá ser interrogado sobre el caso.
Padre Darío Valencia y el principal sospechoso de la desaparición. Foto:Archivo particular
Este diario estableció que la Fiscalía no podrá enviar una comisión para hablar con el presunto responsable de la desaparición ya que este es un procedimiento judicial reglado que no es posible llevar a cabo en este momento porque no se ha iniciado el proceso de extradición entre los gobiernos de Colombia y Francia.
El obispo de Pereira, monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez, afirmó que una comisión de la Fiscalía viajaría a París para interrogar al presunto responsable de la desaparición, pero esto no será posible, al menos por el momento.
El principal sospechoso de la desaparición del padre Valencia viajó a París días después de que se conoció el caso y el 30 de abril fue capturado luego de que la Interpol emitió una circular roja en su contra.
Sin embargo, tres meses después de haber sido capturado, el principal sospechoso ya debe estar en libertad, al menos, mientras se resuelve la solicitud de su extradición. Este medio estableció que las autoridades sas lo tendrían ubicado, sabrían dónde vive y, quizás, tendría que presentarse periódicamente, pero no está tras las rejas.
Tres meses de zozobra
El hombre que está en Francia es la persona con quien el sacerdote fue visto por última vez en un video de una cámara de seguridad, cuando partieron en el carro del religioso con rumbo desconocido. Según lo que el padre Valencia le dijo a su mamá el 25 de abril pasado, con ese sujeto iba a concretar la venta de su carro particular, una camioneta Nissan Frontier.
El vehículo fue encontrado abandonado días después en un lavadero de carros en el municipio de Viterbo (Caldas), con rastros de sangre, un orificio de una bala en el tablero, casquillos y sin la silla trasera.
El padre Darío Valencia con dos amigos sacerdotes. Foto:Celam
Desde el 25 de abril pasado el obispo de Pereira, monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez, no ha dejado de preguntarle a las autoridades por la búsqueda del padre Valencia. El jerarca reitera permanentemente esa solicitud y le pide a los feligreses orar para que haya una pronta noticia de uno de sus sacerdotes.
"No tenemos la certeza de si (el padre Valencia) está en este mundo, o está en la eternidad", ha dicho monseñor Corredor.
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