La capital de
Colombia cuenta con maravillas arquitectónicas como la Biblioteca Virgilio Barco, la Unidad Deportiva El Salitre, la plaza de Bolívar, el conjunto Parque de la Independencia, la Plaza de Toros y las Torres del Parque. Todas esas y muchas más están abiertas para que los turistas puedan visitarlas y fascinarse con la ciudad. Pero además de todas esas edificaciones, muy conocidas para el público general,
existen otras que son joyas ocultas en Bogotá, específicamente un castillo.
Poco nombrados, pero muy atractivos, hay edificios que bien podrían convertirse en museos u otra atracción turística. Entre ellos está la Casa quinta villa Ana Julia, un castillo ubicado en la localidad de San Cristóbal, en el sur de Bogotá, que destaca por su belleza y su particular historia.
Castillo medieval de Bogotá
El castillo está ubicado exactamente en la dirección calle 11 sur # 5 A-65, en el barrio Santa Ana. Fue construido entre 1920 y 1925 por los colombianos Ana Julia Peñuela y Eduardo Alfonso Caicedo. Aunque ellos querían un lote para montar su empresa de ladrillos y tubos, el dueño del terreno les puso una condición: que construyan un monumento.
Entonces, “la nueva familia dueña del terreno viaja a Europa, se asesora por arquitectos españoles e italianos y al regresar construye el castillo. Traen maquinaria novedosa y le dan vida a su emprendimiento”, contó Daniel Luna Caicedo, uno de los herederos del castillo, en el canal del ‘youtuber’ Juan, fabricante de historias.
Además de construir su hogar, también lo hicieron un lugar de trabajo como solo las grandes familias reales pudieron haberlo hecho. Su fachada, decorada con colores vivos como el rosado y el morado, y adornada con gárgolas y plantas, le confiere un aura especial a esta imponente obra de arte.
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Cualquiera que pase por allí podrá disfrutar del ingenio y la creatividad de sus creadores. Por su belleza e importancia, fue declarada como patrimonio arquitectónico de Bogotá en 1996. De esta manera, el castillo no se puede tumbar para ninguna finalidad.
Actualmente, vive allí el nieto de los constructores, que alertó que el castillo tiene riesgo de colapso en el segundo piso. Esto se debe a que no se pudo hacerle mantenimiento debido a que los otros herederos no lo permitieron. A pesar de esto, la Casa Quinta Villa Ana Julia sigue en pie, y le recuerda a los colombianos la importancia de preservar el patrimonio histórico y cultural de la ciudad.
“Eso para nosotros es un orgullo, en especial para mi madre y mi padre, fue un orgullo, pero no fue recibido de igual manera por la familia. Otros integrantes quisieran tumbarla para vender el terreno, que construyan apartamentos y así sacarle provecho económico”, concluyó Luna Caicedo.