En las últimas horas, los medios internacionales dieron a conocer la historia de Ciaran Morgan, de 43 años, pues ella pensó que tenía un orzuelo en ojo derecho y en realidad tenía un tumor en la cabeza que podría haber acabado con su vida.
La mujer originaria de Manchester, Inglaterra, le comentó a los medios que en un principio tenía el ojo derecho un poco agrandado y lloroso, por lo que decidió ir a donde su oftalmóloga de confianza y averiguar que era lo que pasaba.
En ese entonces le recetaron unos antibióticos y le dijeron que no era nada para preocuparse. Sin embargo, según 'The Mirror', con el pasado de los días, su ojo se hinchó más y desarrolló picazón en la piel, dolor en los huesos, pérdida de cabello, falta de concentración, ansiedad y sudores.
Por ese motivo, solicitó otra cita con la misma doctora, quien le mandó una resonancia magnética. Lastimosamente, lo que descubrieron fue devastador. En las imágenes pudieron ver que Morgan tenía un tumor del tamaño de una pelota de tenis que empujaba su ojo hacia adelante.
"Me quedé devastada y llorando ante la noticia. Mi mente estaba corriendo sobre cómo se lo iba a decir a mis dos hijos. Los médicos me dijeron que mi tumor era complejo y, aunque estaba detrás de mi ojo, apenas tocaba mi nervio óptico, razón por la cual todavía tenía vista", le comentó al medio ya mencionado.
Después de una operación de 10 horas, Ciaran ahora tiene una placa de titanio que reemplazara parte de su cráneo y una cuenca ocular de malla reconstruida.
"Pasó desde la parte superior de mi cabeza, debajo de mi ojo y fue creciendo en mi cráneo. Mi ojo se está volviendo a abrir lentamente, pero tuve que aprender a ver sin mi visión periférica y siento dolor y entumecimiento”, afirmó.
Ciaran desarrolló síntomas de fiebre de heno y visitó a su médico de cabecera en el verano de 2020. Cuando tuvo los síntomas adicionales fue en octubre de 2021 y luego le diagnosticaron un meningioma intraóseo del ala esfenoides. Su situación era tan complicada que le hicieron un modelo 3D de su cráneo para entender cómo extirpar el cáncer sin causar lesiones que limiten su vida.
Actualmente, Morgan se realiza escaneos anuales y a pesar de lo que le paso, puedo salir adelante y se convirtió en el orgullo de los médicos.
“Desde mi diagnóstico, encuentro mucha estimulación y estar en situaciones sociales me pone ansiosa, mientras que antes no lo hacía. Cuando estaba en el hospital estaba decidida a ponerme en forma y volver a casa”, concluyó.
Una mujer tocó el violín mientras era operada por un tumor cerebral
DANIELA LARRARTE ASAAD
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
Más noticias