En un mundo lleno de fenómenos naturales asombrosos y aterradores, uno que ha pasado en gran medida desapercibido es el socavón, un misterioso y temible acontecimiento geológico que ha dejado su huella en la Tierra a lo largo de la historia.
A pesar de su impacto devastador, estos enormes agujeros en la superficie terrestre han recibido una atención relativamente escasa en comparación con otros desastres naturales.
De acuerdo con la 'Real Academia Española', "un socavón es un hundimiento del suelo por haberse producido una oquedad subterránea" o "una cueva que se excava en la ladera de un cerro o monte y a veces se prolonga formando galería subterránea".
En ese sentido, este fenómeno natural es una cavidad o agujero de gran dimensión que se forma en la superficie de la Tierra debido a una variedad de procesos naturales. Estas depresiones pueden variar en tamaño desde unos pocos metros hasta cientos de metros de diámetro y profundidad.
Los socavones se desarrollan en una variedad de lugares, desde áreas urbanas hasta regiones rurales, y a menudo aparecen de manera repentina y sin previo aviso.
Los socavones se forman por diversas razones, pero en su mayoría se producen debido a la infiltración de agua que crea corrientes subterráneas, erosionando gradualmente las capas inferiores del suelo o volviéndolas más suaves, lo que eventualmente cede ante la presión de las capas superiores.
Este proceso se ve agravado por eventos climáticos como lluvias e inundaciones, que pueden ocurrir en cualquier época del año, pero son especialmente preocupantes durante las temporadas de lluvias intensas y frecuentes.
Además, la urbanización constante y la actividad humana, como la construcción de carreteras, viviendas y edificios, así como el tráfico de vehículos, añaden peso a la superficie terrestre, debilitando el subsuelo y aumentando el riesgo de hundimientos.
Algunos socavones pueden aparecer en cuestión de horas, lo que los hace impredecibles y potencialmente peligrosos. Foto:iStock
Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), existen varios tipos de socavones, cada uno con sus propias causas y características:
1. Socavones de disolución: se forman cuando el agua entra en o con ciertas rocas, como la piedra caliza o la dolomita, disolviéndolas más intensamente en áreas donde se tocan por primera vez. Esto ocurre en grietas y zonas donde el agua subterránea se encuentra con la atmósfera.
2. Socavones por subsidencia de la cubierta: surgen en áreas con suelo permeable y arenoso, siendo menos comunes en lugares con suelo más grueso o con arcilla. Pueden pasar desapercibidos durante mucho tiempo.
La geología subterránea desempeña un papel fundamental en la formación de socavones, con diferentes tipos de rocas y sedimentos contribuyendo a su aparición. Foto:iStock
3. Socavones por colapso de la cubierta: se forman repentinamente y pueden causar daños catastróficos. Resultan de sedimentos con arcilla que, con el tiempo, se erosionan y transforman en una hendidura menos profunda.
4. Socavones inducidos por actividades humanas: relacionados con actividades como el bombeo de aguas subterráneas y cambios en el drenaje del agua debido a la construcción o creación de estanques industriales, lo que puede aumentar el riesgo de colapsos subterráneos y socavones.
Estos fenómenos pueden ser el resultado de procesos naturales, como la disolución de rocas o la subsidencia de la cubierta, así como de actividades humanas que alteran el entorno geológico y el drenaje del agua en la superficie terrestre. Cada tipo de socavón tiene sus propias características y desafíos asociados.
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