En las aguas cercanas a Mona Vale, una localidad situada a 30 kilómetros al norte de Sídney, Australia, un hombre de 55 años vivió un inusual episodio que quedó registrado en video y se volvió viral en las redes sociales. Mientras practicaba 'windsurf', una ballena saltó delante de él y lo derribó de su tabla.
El protagonista de esta historia es Jason Breen, un australiano que compartió su experiencia en Instagram, describiendo el encuentro como surrealista. "Mirar cara a cara a este hermoso y majestuoso mamífero fue un encuentro surrealista", escribió.
El deportista contó los detalles de la secuencia a '9 News'. Según su relato, la ballena aterrizó directamente sobre él y quedó atrapada en su correa, arrastrándolo unos siete u ocho metros bajo el agua. En ese momento, temió por su vida.
"Pensé que todo había terminado, entonces sentí que se me rompía la correa y pensé: ‘Gracias a Dios’ y subí a la superficie", relató. Atribuyó su suerte al tamaño del mamífero, que era una "cría grande", y al hecho de que no tenía ningún crustáceo en su lomo.
Además de la grabación de la cámara de Breen, otra persona desde la orilla también filmó la escena, ofreciendo una perspectiva diferente. En el video, se puede ver cómo el surfista surcaba las olas cuando la ballena se cruzó en su camino, lo golpeó y lo lanzó lejos.
Paul Netteback, testigo del incidente, presenció la escena desde la distancia y comenzó a grabar, pero pronto decidió detener la filmación y llamar a emergencias debido a la gravedad de la situación. "Quería seguir grabando, pero pensé que alguien podría haber muerto, así que dejé de grabar y llamé a emergencias", explicó.
Afortunadamente, Jason Breen salió prácticamente ileso del incidente, lo cual fue un verdadero milagro considerando que las jorobadas, este tipo de ballenas, son unas de las criaturas más grandes del planeta, llegando a medir hasta 20 metros de longitud y pesar hasta 40 toneladas.
Más noticias
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información publicada por La Nación, y contó con la revisión de la periodista y un editor.