Su trabajo ha incluido el estudio de gran cantidad de documentos de finales del siglo XVI llegando a la conclusión de que el personaje del libro no fue una invención de Cervantes,
Para Escudero, la fuente principal de Cervantes “fue un hidalgo llamado Alonso Manuel de Ludeña, que era su vecino en Esquivias (Toledo). Gracias a su exhaustiva investigación, el autor ha localizado toda colección de personajes y aventuras que no solamente aparecen en Don Quijote sino, además, en otras novelas de Cervantes como ‘El retablo de las maravillas’, ‘La ilustre fregona’, ‘La gitanilla’ o ‘Rinconete y Cortadillo’”, se lee en algunos documentos.
Así aparece en ‘Las otras vidas de don Quijote’, su ensayo sobre la obra de Cervantes. “No todo es como se nos había contado. Cervantes es un escritor organizado e informado, y la novela es verosímil y creíble. Su forma de escribir es como la de otros escritores, conoce a una serie de personas, le parecen interesantes y las incluye en sus novelas”, dijo Escudero.
El autor también encontró documentos que hablan de procesos judiciales, como el del “hidalgo que atacó un molino de viento, el que compró un rocín que se le cayó o los que vestían como caballeros medievales”.
Escudero agrega: “Tenemos que saber que proviene de hechos y personajes reales y que Cervantes pretende hacer literatura, no historia. Creo que esto no modifica para nada la creatividad de Cervantes”.