Un posible episodio de racismo empañó el desarrollo del clásico del Eje Cafetero entre Once Caldas y Deportivo Pereira, que se jugó en el estadio Palogrande, de Manizales, y que terminó con victoria local, por 3-1.
Rubilio Castillo, delantero hondureño del equipo visitante, acabó llorando luego de un supuesto insulto racista de parte de uno de sus rivales, Joel Contreras, del Once Caldas.
El partido se paró en medio de un rifirrafe entre jugadores de ambos equipos. Dayro Moreno, referente del Once Caldas, corrió hasta el banco de su equipo y le pidió al DT Hernán Darío Herrera que sacara a Contreras de la cancha.
En medio de los roces entre jugadores de ambos equipos, el árbitro Diego Ulloa dejó impune al supuesto agresor, pero expulsó a un suplente de cada equipo, en el minuto 29: Manuel Arteaga, del Once Caldas, y Carlos Darwin Quintero, del Pereira.
Rubilio Castillo había marcado su primer gol en Colombia
Castillo había marcado en este partido su primer gol en el fútbol colombiano, con el que el Pereira se había puesto arriba en el clásico, en el minuto 18.
Los gestos racistas contra Castillo se repitieron en el minuto 68, cuando el técnico Luis Fernando Suárez lo sacó de la cancha y mandó en su lugar a Giancarlo Peña.
Cuando Castillo dejaba el campo de juego, hinchas del Once Caldas comenzaron a insultarlo desde la tribuna. El árbitro Diego Ulloa paró el partido y tanto Dayro Moreno como Hernán Darío Herrera tuvieron que acercarse a las graderías a pedir que no insultaran más al hondureño.
Las voces de protesta contra los insultos racistas
El club Deportivo Pereira hizo una publicación en sus redes sociales en las que rechazó el acto racista, sin entrar en mayores detalles.
También hubo un pronunciamiento de la Asociación Colombiana de Fútbolistas Profesionales (Acolfutpro), respaldando al jugador hondureño del Pereira.
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