Cuando Santiago Arias vio que el árbitro levantaba su brazo y le sacaba la tarjeta roja a Daniel Muñoz en el partido de Colombia contra Uruguay, saltó de un brinco y se puso a calentar. Néstor Lorenzo aún no lo había llamado, pero él ya se mentalizaba, era su turno, su hora, su posición. El llamado del DT no tardó, ¡Arias, a la cancha! Y Arias, el de la espera paciente, fue al campo convencido de hacerlo bien. Mañana, para el partido más importante, la final contra Argentina, le tocará a él, muy seguramente, ocupar el carril derecho, ocuparlo y jugar como por dos, por él y por la ausencia de Muñoz.
Menos mal Arias no es ningún novato, no es aprendiz, no es el jugador que toca usar por descarte. No, Santiago Arias, a sus 32 años, es un tipo de muchas batallas, de muchas idas y vueltas por ese carril derecho, lo conoce como su casa, lo domina, va y viene con la experiencia de los años y de las canchas; es consciente de que Muñoz estaba en estado excepcional, pero él está capacitado para que esa ausencia no se note. Cuando le tocó entrar contra Uruguay y jugar 45 minutos, estaba frío, pero no desentonó.
“Me tocó esta vez, no es fácil entrar en un partido con un ritmo tan elevado, pero conseguimos la victoria y estamos felices... Con experiencia y mucho partido no es fácil entrar sin ritmo de juego, pero cuando entro, por mi país voy a dejar todo”, dijo.
Santiago Arias en la Copa América. Foto:Getty Images via AFP
Santiago está más que preparado, y es el reemplazo natural de Muñoz, a menos que Lorenzo tenga otro plan. Santiago bien puede llamarse como uno de los jugadores de la vieja guardia de la Selección, ya es un experimentado. Su historia en el seleccionado arrancó por allá en el 2011, cuando junto a James disputaron el Mundial Sub-20.
Arias fue haciendo su recorrido hasta que en 2013 llegó al equipo de mayores y de a poco se fue ganando su lugar. Estuvo en el mundial de Brasil y en el Mundial de Rusia. No ha hecho goles, no es un lateral con gol, lo suyo es más el sacrificio, el ida y vuelta.
Santiago Arias no jugó en la victoria 1-0 del Atlético de Madrid contra Bayer Leverkusen. Foto:EFE
Para Arias ha sido un camino tormentoso en los últimos años, pues en 2020 sufrió una escalofriante lesión en un partido de la eliminatoria contra Venezuela. Arias quedó tirado en el pasto mientras sus compañeros, empezando por James, se tomaban la cabeza. El diagnóstico, pésimo: “Peroné roto y lesión en la articulación del tobillo: Arias estará ausente durante medio año”, dijo el Bayer Leverkusen, que recién lo había fichado.
Le costó volver, pasaron 9 meses, entonces Muñoz ya era el dueño del puesto en la Selección. Arias retomó ritmo en el Granada de España, luego en el Cincinnati de la MLS, hasta que llegó al Bahía de Brasil, este año, donde empezó a ser el Arias de antes, con su mejor nivel. Eso lo llevó a volver a la Selección de nuevo. Ha estado a la sombra de Muñoz, pero ahora el destino ha hecho de las suyas.
“Tristes por la expulsión de Dani, que ha sido fundamental, que ha aportado mucho en la Copa América, pero el futbol es así, toca mirar para adelante, estamos orgullosos de él, no le reprochamos nada, esperemos que todo siga saliendo bien”, dijo Arias, confiado en que su aporte ayudará a la conquista.
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