El Gobierno nacional en cabeza de la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, radicó este jueves 16 de marzo ante el Congreso el proyecto de la reforma laboral.
De ser aprobado promovería los contratos a término indefinido, aumentaría los recargos dominicales y consideraría las horas trabajadas antes de las 6 a. m. y después de 6 p. m. como ‘extra’.
De acuerdo con el gremio de las Aplicaciones e Innovación, Alianza In, el texto actual de la reforma laboral que fue radicado en el Congreso de la República el pasado jueves destruiría más de 80 mil trabajos de personas que operan como repartidores a través de plataformas digitales.
Una de las afectadas podría ser Rappi y el director ejecutivo Simón Borrero habló al respecto.
En diálogo con Semana, indicó que la iniciativa del Gobierno tiene dos temas peligrosos, según su concepto: laboralidad forzosa y un freno a la flexibilidad de los rappitenderos al ofrecer sus servicios.
El ejecutivo aseguró: "Por la actual situación económica y por la inflación, entiendo que muchos clientes estén insatisfechos porque Rappi se ha vuelto más costoso, pero con la reforma tendríamos que cobrar 18.000 pesos por un domicilio y eso restringiría el servicio a unos pocos, destruyendo el modelo de negocio y dejando sin ingresos a muchas personas".
Además dijo que "no estamos en Suiza ni en España, estamos en un país donde la gente necesita oportunidades. Ayudemos a que los que estamos construyendo esas oportunidades lo podamos seguir haciendo de forma sostenible".
De hecho, como le explicó a El TIEMPO Matías Laks, CEO de Rappi Colombia, el proyecto no tuvo en cuenta las propuestas que el sector de las apps han hecho. “La reforma que se ha presentado es como retroceder unos 15 años en el tiempo. Lo peor es el efecto que tiene en la generación de ingresos de las personas, pues desconoce la posibilidad de conectarse por horas y tener un dinero adicional”.
Según la empresa, casi un 90 por ciento de las personas que se conectan a Rappi lo hacen menos de 20 horas a la semana, es decir que este es un complemento de ingresos a otra actividad, que puede ser remunerada o no, como un estudiante o un trabajador. Además, un ‘rappitendero’ que trabaje 10 horas al día puede tener ingresos semanales de hasta 800.000 pesos en promedio, pero todos ellos quedarían excluidos de la plataforma con esta reforma.
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