El voto es un derecho y deber ciudadano que le concierne a todos los colombianos a partir de los 18 años de edad.
A pesar de lo anterior, el abstencionismo electoral en Colombia en las últimas cuatro elecciones legislativas estuvo alrededor, siempre por encima, del 50 %. Más de la mitad de las personas no asistieron a los comicios para el Congreso.
Los tres presidentes de la Asamblea Constituyente del 91: Álvaro Gómez Hurtado (izquierda), Antonio Navarro Wolff (centro) y Horacio Serpa (derecha). Al fondo, el presidente César Gaviria y la primera dama, Ana Milena Foto:Archivo EL TIEMPO
El artículo 258 de la Constitución Política de Colombia (1991) indica: "El voto es un derecho y un deber ciudadano. El Estado velará porque se ejerza sin ningún tipo de coacción y en forma secreta por los ciudadanos en cubículos individuales instalados en cada mesa de votación sin perjuicio del uso de medios electrónicos o informáticos".
La Registraduría Nacional del Estado Civil y el Instituto Geográfico Agustín Codazzi determinaron en un estudio que las votaciones para la Presidencia de la República del 2018 tuvieron la mayor participación electoral en el siglo XXI, con un 54 % de los habilitados para votar que acudieron a las urnas.
Iván Duque, del Centro Democrático, fue el presidente electo en la segunda vuelta presidencial del 2018. El censo electoral de este año fue de 36.227.267 millones de personas, de los cuales votaron 19.215.637, es decir, el 53 %. Duque obtuvo una votación 10.373.080, que representa el 53.9%. Gustavo Petro, de Coalición Petro Presidente, tuvo 8.034.189 votos, el quivalente a 41.8%. Es decir, hubo una diferencia del 12%. Foto:AFP / RAUL ARBOLEDA - AFP / LUIS ROBAYO
El mismo informe señalo que en las votaciones presidenciales de 2002 la abstención fue de 54 %, para 2006 se situó en 55,3 %, en 2010 subió hasta el 56,1 % —la más alta de este siglo— y en 2014 llegó al 52,6 %.
En países de Latinoamérica como Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México, Panamá, Perú, Paraguay y Uruguay el voto es o ha sido obligatorio. Es decir, quienes no votan reciben sanciones o penas por no ejercer su derecho y deber.
El silogismo de quienes promueven el voto obligatorio indica que esa medida desincentiva la promoción del abstencionismo, las acciones de fraude electoral, los obstáculos para el a los puntos de votación y las amenazas a agrupaciones para que no ejerzan el sufragio.
A pesar de los datos de abstención electoral en las últimas jornadas de votación, en Colombia el voto no es una obligación, ya que la Constitución del país privilegia la libertad de elección de cada persona en estos casos.
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