Ese 19 de agosto de 2011, Diego Felipe Becerra, de 16 años, compró unas cajas de pintura en el centro de Bogotá con un amigo. Se despidieron y lo próximo que supo él fue que a Becerra le había disparado un Policía en la calle 116 con avenida Boyacá, en el norte de Bogotá, y que murió horas después.
El caso, que duró casi una década en la impunidad, se ha movido en los últimos meses, después de que Wilmer Antonio Alarcón Vargas —el policía prófugo que fue condenado a 37 años por el homicidio— fue recapturado y puesto nuevamente en prisión.
Para este viernes 8 de octubre se esperaba una decisión clave en el proceso: la condena contra los superiores de Alarcón que habrían alterado la escena del crimen. Sin embargo, la diligencia fue pospuesta para el 19 de octubre a la 8:30 a. m.
Se trata de los coroneles José Javier Vivas, John Harvey Peña y Nelson de Jesús Arévalo, el teniente Rosember Madrid y el intendente Juan Carlos Leal, a quienes un juez les leerá el fallo al que llegó tras analizar los elementos del caso y la acusación de la Fiscalía.
Wilmer Alarcón Vargas fue detenido por el CTI de la Fiscalía. Foto:Fiscalía
De hecho, en primera instancia la justicia señaló que hubo una alteración de la escena del crimen y que el homicidio de Diego Felipe no habría ocurrido por una legítima defensa de Alarcón, quien había afirmado que el grafitero supuestamente le había disparado mientras huía tras atracar una buseta.
“Se encuentra demostrada la falla en el servicio, en atención al manejo irregular por parte de los de la Policía Nacional, tanto de la situación en la cual resultó fatalmente herido el joven, como de la posterior alteración de la escena de los hechos para encubrir el uso indebido de la fuerza, que produjo la muerte de Diego Becerra”, se lee en esa sentencia.
Ahora, se espera que el 19 de octubre, después de 10 años, la justicia deje en firme una decisión contra los superiores de Alarcón.
En su momento, el coronel José Javier Vivas era subcomandante de la Policía Metropolitana de Bogotá. El coronel Nelson de Jesús Arévalo fungía como comandante de la estación de Suba, mientras que John Harvey Peña era el subcomandante de esa unidad.
El teniente Rosemberg Madrid era el comandante del CAI Andes y el subintendente Juan Carlos Leal, tenía a cargo el CAI Alhambra.
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