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¿Cómo entran los celulares a las cárceles? Libros y lugares recónditos del cuerpo, entre las curiosidades, según reporte de Argentina
Los celulares al interior de las cárceles son uno de los medios más usados para continuar con la extorsión y la ejecución de delitos.
Hacinamiento en cárceles. Foto: Esneyder Gutiérrez
PeriodistaActualizado:
Un informe entregado por el centro de prisiones de Argentina da cuenta de los lugares más curiosos que usan los reclusos y reclusas en los centros penitenciarios para esconder los celulares, un objeto prohibido al interior de los penales.
La preocupación por la tenencia de estos dispositivos radica en que mediante ellos se puede seguir cometiendo delitos y se pueden seguir manejando rentas criminales dentro y fuera de la cárcel.
Y si bien es cierto que los intentos por erradicar la entrada de celulares a las cárceles se ha venido trabajando durante años, los privados de la libertad cada día encuentran nuevas maneras de esconder estos dispositivos.
(Le recomendamos leer: Así es el lugar en La Picota a donde trasladaron a 'Pedro Pluma', señalado de amenazar a director de la cárcel La Modelo).
El estudio entregado por las autoridades argentinas da cuenta de que, en el caso de las mujeres, las reclusas usan su cuerpo para esconder los dispositivos y pasar desapercibidas cuando se adelantan las labores de registro y control.
De hecho, en varias oportunidades, los directivos de las cárceles han tenido que solicitar exámenes en las partes íntimas porque aquellas mujeres deciden esconder celulares allí.
(Le recomendamos leer: Así es el lugar en La Picota a donde trasladaron a 'Pedro Pluma', señalado de amenazar a director de la cárcel La Modelo).
El estudio entregado por las autoridades argentinas da cuenta de que, en el caso de las mujeres, las reclusas usan su cuerpo para esconder los dispositivos y pasar desapercibidas cuando se adelantan las labores de registro y control.
De hecho, en varias oportunidades, los directivos de las cárceles han tenido que solicitar exámenes en las partes íntimas porque aquellas mujeres deciden esconder celulares allí.
Hacinamiento en las cárceles. Foto:Cortesía Personería de Bogotá. Archivo EL TIEMPO
Otro de los escondites preferidos por las reclusas son los huecos en la pared, en las biblias, los colchones, las cañerías del piso y los televisores.
Hay otras que prefieren guardar los celulares en su leo y amarrarlos con cinta para evitar que estos se caigan.
Hay otras que prefieren guardar los celulares en su leo y amarrarlos con cinta para evitar que estos se caigan.
No obstante, sigue siendo una preocupación para las autoridades determinar cómo ingresan estos celulares al penal y si hay complicidad de los guaridas de seguridad que custodian las cárceles del país.
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