América Latina frena la tendencia a la izquierda en 2023, ¿qué explica este fenómeno?

Resultados electorales en Argentina, Paraguay y Ecuador variaron la tendencia. ¿Qué viene en 2024?

Posesión presidencial de Javier Milei en Argentina. Foto: EFE/ Juan Ignacio Roncoroni

Subeditor de InternacionalActualizado:
América Latina rompió en 2023, con la reciente victoria de Javier Milei en las elecciones presidenciales de Argentina, la tendencia política de giro a la izquierda que desde dos años antes se venía produciendo en los gobiernos de la región como Chile, Brasil, Colombia, Perú y Honduras.
La ruptura quedó confirmada con Ecuador y Paraguay, que se mantuvieron en la derecha tras sus respectivas elecciones, una inclinación de la que, durante este año que finaliza, solo se desmarcó Guatemala en un controvertido proceso electoral que la Fiscalía mantiene judicializado desde el pasado julio, con el fin de revertir los resultados.
Con la irrupción de Milei, este economista libertario pateó el tablero político argentino con un discurso incendiario “anticorrupción” y “anticasta”, formas disruptivas de aparecer públicamente y una actitud más cercana al de una rockstar que al de un diputado.
En la práctica, su política supone pasar del proteccionismo del peronismo saliente a la liberalización más absoluta de cualquier transacción: del abultado tamaño del Estado a su drástica reducción –incluida la privatización de empresas públicas–, de los planes sociales para los más vulnerables a la capacitación para que se busquen la vida.

Juramento de Javier Milei Foto:EFE

Además, el nuevo mandatario se desvincula de la Agenda 2030 y es negacionista del cambio climático y de los 30.000 desaparecidos de la última dictadura argentina (1976-1983) que señalan los organismos de derechos humanos, y de los que solo reconoce 8.751.
Ante la severa crisis socioeconómica que atraviesa Argentina, con cifras cercanas al 150 por ciento de inflación interanual, con casi la mitad de la población bajo el umbral de la pobreza, con escasez de reservas y una deuda cercana a los 46.000 millones de dólares con el FMI, los votantes optaron por un cambio radical, con la esperanza de que se traduzca en la mejora que Milei prometió.
La tendencia de izquierda que arrasó en Latinoamérica en 2021 y 2022 fue frenada también por Ecuador y Paraguay, dos países que ya se ubicaban en el espectro de la derecha y se mantuvieron en el mismo lado del mapa político, aunque, en el caso ecuatoriano, el nuevo mandatario, Daniel Noboa, se posiciona más al centro que su antecesor, el conservador Guillermo Lasso.

El nuevo presidente de Paraguay, Santiago Peña, pronuncia su discurso durante su toma de posesión en la explanada del Palacio Presidencial de López, en Asunción. Foto:AFP

Aunque en campaña electoral se definió como de centroizquierda, los planteamientos de Noboa, que procede de una de las familias más ricas del país, se enmarcan en la centroderecha, y se diferencia de sus antecesores en su tono conciliador para pactar con el correísmo y en el enfoque de género, con un gabinete ministerial casi paritario.
Si bien las presidenciales ecuatorianas no estaban en el calendario para 2023, el país tuvo elecciones después de la abrupta disolución de la Asamblea Nacional –de mayoría opositora– por parte de Lasso, como salida a una crisis política en la que el Legislativo buscaba su destitución.
Paraguay también se mantiene en la derecha, sin grandes cambios, con la continuidad del tradicional Partido Colorado, de tendencia conservadora y liberal.
Con la llegada al poder de Santiago Peña en sustitución de Mario Abdo Benítez, la formación política, que gobierna casi ininterrumpidamente desde 1948 –con la excepción del período 2008-2013–, se consolida en el país austral.
En 2024 se celebrarán elecciones presidenciales en Venezuela (segundo semestre, sin fecha definida), El Salvador (febrero), Panamá (mayo), la República Dominicana (mayo), México (junio) y Uruguay (octubre).

Presidente ecuatoriano Daniel Noboa y el presidente Gustavo Petro. Foto:Presidencia

Con ideologías diversas y candidatos dispares, se espera que la maratón electoral del próximo año en Latinoamérica aporte algunos giros, pero los más llamativos son los de género, especialmente en México.
Allí, la victoria de una mujer está casi asegurada, con la candidatura de Claudia Sheinbaum por el oficialista Morena y sus aliados (Partido del Trabajo y el Partido Verde), y Xóchitl Gálvez por el Frente Amplio (Partido Acción Nacional, el Partido Revolucionario Institucional y el Partido de la Revolución Democrática).
Según las encuestas, a medio año de los comicios, Sheinbaum lidera con ventaja la intención de voto, seguida de lejos por Gálvez, con lo que se mantendría en el poder el oficialismo y se daría así continuación a las políticas izquierdistas del actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador, pero lideradas por un rostro femenino.
EFE

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