Una madre y su hija cayeron en una estafa de alquiler falso en Santos, una ciudad costera en São Paulo. Según su relato al portal g1, visitaron dos apartamentos anunciados por una falsa propietaria y pagaron 1.700 reales (alrededor de 1.500.000 pesos colombianos) para alquilar uno de ellos. La hija comenzó a sospechar cuando vio que el mismo inmueble estaba publicado en otro lugar por el triple del precio y notó un error en los documentos de la supuesta propietaria, quien se burló de la situación.
Thayná Branco, de 28 años, trabaja en el departamento de personal de una empresa. Contó que su madre, Márcia Alves, de 60 años, quien se desempeña como enceradora, vivía en un apartamento alquilado que fue vendido a un nuevo propietario. Debido a esto, ambas necesitaban encontrar rápidamente una nueva vivienda.
Según Thayná, su madre vio en redes sociales un anuncio de un apartamento en alquiler en la Avenida Conselheiro Nébias, con un valor mensual de 1.700 reales (aproximadamente 1.500.000 pesos colombianos). Thayná se puso en o con el anunciante y acordaron una visita a la propiedad. El conserje del edificio fue quien entregó las llaves para la inspección.
Al finalizar la visita, ambas le comunicaron a la falsa propietaria que estaban interesadas en el inmueble, pero preferían un apartamento con al menos un dormitorio, ya que el que habían visitado era un espacio abierto sin divisiones.
La estafadora les ofreció entonces otro apartamento ubicado en la Avenida Presidente Wilson, frente al mar, y aseguró que lo alquilaría por el mismo precio de 1.700 reales (1.500.000 pesos colombianos).
Estafa en marcha
Madre e hija se dirigieron al segundo inmueble, donde el portero nuevamente les permitió la entrada. "En ese momento, dije: 'Este apartamento es nuestro' [...]. Salimos con la intención de no volver a casa sin haber cerrado el trato, y la estafadora entendió nuestra urgencia", explicó Thayná.
Estafa en Brasil Foto:g1 O Globo
El encuentro ocurrió el sábado 10 de agosto. La falsa propietaria les solicitó una serie de documentos y pidió el pago de dos meses de alquiler como garantía, argumentando que el contrato oficial sería enviado el lunes 12 de agosto. Thayná aceptó la propuesta, pero condicionó el pago al envío de una copia del documento de identidad de la estafadora.
La mujer envió una foto de su licencia de conducir, lo que convenció a Thayná para proceder con la transferencia de un mes de alquiler, un total de 1.700 reales (1.500.000 pesos colombianos). Sin embargo, al regresar a casa, comenzó a tener dudas sobre la autenticidad de todo el proceso, que parecía haber sido demasiado fácil.
El descubrimiento
Intrigada por la situación, Thayná investigó el nombre de la estafadora y encontró discrepancias en los datos de nacimiento y filiación de la licencia de conducir enviada.
Además, descubrió que el mismo apartamento estaba anunciado en una agencia inmobiliaria por más de 3.500 reales (más de 3.000.000 de pesos colombianos). Tras ponerse en o con la agencia, le confirmaron que había sido víctima de una estafa.
"En ese momento, me di cuenta: 'Esto es un fraude. No hay vuelta atrás'. Fui a la comisaría para presentar la denuncia y tuve que contárselo a mi madre, que quedó devastada y solo lloraba", relató Thayná.
Tras realizar la denuncia, Thayná intentó comunicarse con la estafadora para exigir la devolución del dinero, pero la mujer la bloqueó en la aplicación de mensajería tras prometer una transferencia.
Impotencia y burlas
Desesperada, la madre de Thayná ó a la estafadora desde otro número de teléfono, insultándola. En respuesta, la mujer (o la persona detrás del fraude) comenzó a burlarse de ellas, afirmando que "una denuncia no sirve de nada en Brasil".
"¿Sabe que una denuncia no sirve de nada, verdad? Desafortunadamente, Brasil es así", dijo la mujer.
La estafadora itió que la cuenta bancaria utilizada para recibir el pago de 1.700 reales (1.500.000 pesos colombianos) era de "terceros" o una "cuenta fantasma", utilizada para ocultar su identidad. El banco donde se hizo la transferencia no respondió a las solicitudes de información del portal 'g1' hasta la última actualización del caso.
Ambas víctimas esperan que se haga justicia, aunque son conscientes de que recuperar el dinero podría ser difícil en un país con un sistema judicial saturado.
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial basada en información de O Globo (GDA) y contó con la revisión de una periodista y un editor.
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