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Inundaciones y tragedia en Brasil: las lluvias se intensifican en el sur del país y la situación puede empeorar
Hay 2,1 millones de personas damnificadas por la falta de vivienda, alimentos, agua, energía y servicios médicos.
El panorama constante es ver rescatistas voluntarios navegando entre las calles inundadas en el barrio Humaita, en Porto Alegre. Foto: EFE / Sebastião Moreira
La tragedia que se vive en el sur de Brasil, donde las inundaciones por las fuertes lluvias que azotan la región desde hace dos semanas ya han dejado 146 muertos y 132 desaparecidos, puede empeorar en las próximas horas debido a la crecida de los ríos por los temporales de este domingo.
Las alertas por el clima en la región han dificultado las labores de rescate y las acciones se han concentrado en la distribución de ayuda humanitaria a los 620.000 desplazados, de los cuales 82.200 están en albergues provisionales.
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En Rio Grande do Sul, estado fronterizo con Argentina y Uruguay, se vive el panorama más dramático de la región, pues las inundaciones ya dejan 145 muertos y 806 heridos.
En el vecino estado de Santa Catarina, afectado en menor grado por la catástrofe, se ha notificado un óbito, pero las cifras pueden cambiar en las próximas horas por los temporales, que no dan tregua desde el amanecer en seis municipios fronterizos con Rio Grande do Sul.
Cientos de personas han sido damnificadas por las fuertes lluvias al sur de Brasil. Foto:EFE / Sebastião Moreira
(Además: Más de 140 muertos y 2,1 millones de damnificados: el crítico balance de las inundaciones en el sur de Brasil).
Según la entidad, el Guaíba recibirá entre el domingo y el lunes toda el agua que se mueve por las cuencas de los ríos Jacuí, Taquari-Antas, Caí, Sinos y Gravataí, todos crecidos.
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En el país vecino, los temporales ya se sienten en la ciudad de Concordia, donde las autoridades han tenido que evacuar a 547 personas, de las cuales, 329 fueron trasladadas a domicilios particulares y 218 a albergues.
El gobernador de Río Grande do Sul, Eduardo Leite, reiteró este domingo el llamado que ha hecho en los últimos días para que los desplazados no vuelvan a sus hogares hasta que se normalice completamente la situación, para evitar más tragedias humanas.
Salvar lo que se pueda
En medio de un infinito lodazal, las familias rebuscaban entre los destrozos objetos de valor sentimental que no podría reponer ningún dinero, mientras miraban con desesperanza la destrucción que había dejado a su paso la fuerza de la naturaleza.
"Nuestra vida nunca fue fácil, fue de mucho sacrificio. Ver todo esto nos duele, duele mucho", aseguró a EFE.
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