Noticia
Guardianas de la cultura
La importancia de las mujeres en la transmisión de la cultura es poco visible.
La cultura, entendida como el conjunto de rasgos distintivos, espirituales, materiales, intelectuales y emocionales que caracterizan a los grupos humanos, comprende modos de vida, sistemas de valores, tradiciones y creencias1 que expresan la forma en como las personas entienden y habitan el territorio y se relacionan con otros y con la naturaleza. Esto hace que la cultura tenga estrecha relación con las dimensiones social, económica y ambiental, lo cual evidencia su papel transformador y su decisiva contribución al desarrollo sostenible.
En este contexto, desde tiempos remotos las mujeres han sido guardianas de la cultura. Se han encargado de cuidar; tejer lazos; crear vínculos, y transmitir saberes, lenguas, memorias y prácticas culturales en sus familias y comunidades. Cuentos, leyendas, mitos, juegos y canciones de cuna son tradiciones de fuerte arraigo comunitario, en las que las mujeres han desempeñado un papel protagónico, marcando a muchos desde la infancia.
Históricamente, las mujeres también han desempeñado un importante rol en la transmisión de prácticas tradicionales como la culinaria, la medicina, la partería y la elaboración de tejidos. Los espacios de reunión y diálogo alrededor de estas prácticas resultan de gran importancia para la construcción de comunidad y el diálogo intergeneracional. Por ello, es pertinente reconocer y exaltar el valioso papel de la mujer en mantener viva la cultura y en transmitir, de generación en generación, sus diversas expresiones y manifestaciones.
Además de reconocer y visibilizar la contribución al desarrollo sostenible de las mujeres portadoras de tradiciones, prácticas culturales y conocimientos ancestrales, es necesario incrementar su participación en diferentes campos.
Asuntos cruciales a nivel global como la conservación de la biodiversidad, la adaptación al cambio climático y la gestión del riesgo de desastres, están estrechamente vinculados con conocimientos y prácticas culturales ancestrales. De hecho, el Marco mundial Kunming-Montreal de la diversidad biológica firmado en 2022 en la COP-15 reconoce las contribuciones de grupos étnicos y comunidades locales como custodios de la diversidad biológica y hace un llamado para que se respeten, documenten y preserven sus conocimientos tradicionales conexos con la biodiversidad, la cosmovisión, la innovación, los valores y las prácticas.
Dar efectiva respuesta a grandes desafíos globales implica empoderar e involucrar a las mujeres campesinas, raizales, palenqueras, indígenas y afrodescendientes en la búsqueda de soluciones integradoras e innovadoras basadas en su cultura, lo cual beneficiará el logro de resultados duraderos y sostenibles.
A pesar de lo expuesto, la importancia de las mujeres en la transmisión de la cultura es poco visible, lo que se refleja, a su vez, en desigualdades, exclusión y falta de oportunidades. Por ello, además de reconocer y visibilizar la contribución al desarrollo sostenible de las mujeres portadoras de tradiciones, prácticas culturales y conocimientos ancestrales, es necesario incrementar su participación en diferentes campos, formar liderazgos y trabajar en el mejoramiento de sus condiciones de vida, dado que estas son acciones imperativas para conseguir una sociedad más justa e igualitaria.
*Consultora en cultura y patrimonio.
Sigue toda la información de Opinión en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Conforme a los criterios de