Hace unas semanas, en el Congreso fue radicado un proyecto de ley que busca prohibir las peleas de gallos en Colombia. Esta iniciativa ha sido impulsada por algunos congresistas del Pacto Histórico que argumentan que esta actividad incurre en maltrato animal contra un ser vivo, aunque hay algunas leyes que establecen excepción como la ley 84 de 1989.
Pero desde el parlamento también hay quienes lo respaldan como una práctica cultural que es "la fuente de ingresos de cientos de personas en el Caribe colombiano y en otros municipios del país", así lo afirma el senador Didier Lobo (Cambio Radical), quien dice que los involucrados en estos actos "deben ser escuchados" por el Congreso.
Precisamente, en búsqueda de comunicar sus inconformidades frente a este proyecto, cientos de personas y asociaciones salieron a las principales calles de Bogotá, para protestar y expresar su arraigo cultural por las peleas de gallos. Sobre el medio día la movilización llegó hasta la plaza de Bolívar, y desde el Capitolio, algunos congresistas consideraron que "está bien que manifiesten sus inconformidades de forma pacífica".
"Este es un sector que representa para la economía, sobre todo en la región Caribe, donde hay una importante ascendencia que genera empleo y por supuesto que muchas familias dependen de este sector", aseguró Lobo desde el Congreso.
Galleros piden alternativas a los concejales por proyecto presentado en plenaria. Foto:Vanexa Romero /EL TIEMPO
A su vez, el senador de Cambio Radical aseguró que desde la Comisión Quinta de la Cámara alta hay una propuesta que pide que, de ser aprobado el proyecto de ley, la suspensión de las peleas de gallo se dé forma progresiva y no "inmediata" como se indica en el articulado que fue radicado en el Legislativo.
Lobo dice que, en principio, el acto legislativo propone que toda actividad que involucre la pelea de gallos debería ser suspendida en el termino de seis meses, pero tras sugerir extender este plazo a 3 años y seis meses, la iniciativa estaría tomando un nuevo rumbo en el que se pide que haya garantías de transición.
"(...). El Gobierno Nacional tiene la obligación para buscar una transición de esas personas que dependen económicamente de las peleas de gallos. Y me refiero no exclusivamente a los que están en una gallera, sino a los que cuidan el gallo, a los que venden el concentrado, en fin, es toda una cadena...", agregó el congresista.
Mientras que desde el sector animalista manifiestan que "se debe dejar de usar el arraigo cultural y los réditos económicos para excusar el maltrato que viven los animales". Así lo han afirmado Andrea Padilla y Yuly Esmeralda Hernández, dos de las congresistas que impulsan el proyecto de ley 085 que insta a que no se permita la realización de corridas galleras y corralejas en Colombia.
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