El sábado 31 de diciembre, el presidente Gustavo Petro hizo un sorpresivo anunció que es clave para consolidar su propuesta de 'paz total': se llegó a un acuerdo para el cese bilateral del fuego con cinco de las principales estructuras criminales del país.
Durante seis meses, habrá cese bilateral con el Eln, la Segunda Marquetalia (lideradas por 'Iván Márquez'), el Estado Mayor (disidencias de las Farc), 'clan del Golfo' y las Autodefensas de la Sierra Nevada. De estas estructuras hacen parte alrededor de 15.000 hombres.
En entrevista con EL TIEMPO, el ministro del Interior, Alfonso Prada, explicó los alcances de este anuncio y dijo que en la verificación será clave el apoyo de la comunidad.
Además, sobre la guerra que sostienen varios grupos en algunos territorios, como el Eln y las disidencias en Arauca, afirmó que "si el objetivo claro del cese bilateral decretado por el presidente Petro es el de eliminar las acciones ofensivas contra la población, los líderes sociales y las fuerzas militares, es obvio que ese tipo de acciones entre ellos también tengan una tregua permanente".
¿Cómo se logró este cese? Fue un anuncio bastante sorpresivo en la noche del 31 de diciembre por parte del presidente Petro
Es producto de las conversaciones, los os, las comunicaciones que ha recibido y que ha respondido el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, personalmente o a través de sus delegados con las cinco organizaciones. Todas tienen como antecedente haber escrito o haber manifestado en forma expresa al alto Comisionado su deseo de participar en los procesos de diálogos o conversaciones para la ‘paz total’ y algunas de ellas ya habían declarado el cese unilateral durante estas épocas navideñas. Tiene antecedentes y vamos en una decidida y audaz dirigida personalmente por el presidente Gustavo Petro.
Hay cosas por las que respondemos nosotros como Gobierno Nacional y otras que responden los mandos nacionales de esas organizaciones.
Este cese es una muestra de los ala de la propuesta de ‘paz total’ del Gobierno…
Llevamos cinco meses en el Gobierno y no hemos pagado un solo día de trabajar en el propósito de lograr un cambio en el concepto de seguridad hacia la seguridad humana y en elevar a política de Estado la política de ‘paz total’. Tramitamos durante meses en el Congreso de la República la ley, fue la primera sancionada por el Presidente de la República y allí nos entrega el Congreso este tipo de instrumentos para avanzar en dos caminos diferentes: en diálogos de paz con organizaciones que tienen estatus o se les reconoce estatus político y el inicio también de conversaciones con miras al sometimiento y el desmantelamiento de organizaciones del crimen de alto impacto.
Uno de los principales desafíos es la verificación. Ya está claro quiénes la acompañarán, pero es bastante complejo verificar su cumplimiento cuando estamos hablando de más de 15.000 hombres. ¿Cómo será este proceso?
La actuación o las acciones de estos grupos ilegales se concentran en unos territorios específicos de Colombia, lo que nos permite concentrar esfuerzos del mecanismo de verificación en ellos. Sin embargo, es un cese bilateral nacional y, en ese sentido, vamos a tener que desplegar una labor muy intensa con Naciones Unidas, con la OEA, con la Iglesia Católica. Pero déjenme destacar un componente fundamental, que es el de las organizaciones sociales y comunitarias que viven el día a día del fuego en su quehacer cotidiano, en su territorio.
Fueron precisamente los clamores de estas organizaciones campesinas, indígenas afrocolombianas y la comunidad en general, las organizaciones sociales en el territorio, del clamor casi que dramático en el que pidieron a esas organizaciones criminales y también al Gobierno central que avanzáramos en este camino del cese bilateral. Su participación en el mecanismo de monitoreo y verificación hace muy posible que en el territorio podamos estar día a día enterados de cómo evolucionará el cese.
¿Entonces la misma comunidad a través de estas organizaciones también hará parte de la verificación?
Así es, así se puede decir de manera clara en la medida en que son quienes conocen el territorio, conocen a los actores violentos que actúan en su territorio y son quienes más nos pueden ayudar a hacer ese proceso de verificación.
Pero, en todo caso, son estructuras muy grandes e incluso hay divisiones internas. ¿Cómo garantizar que esas pujas internas no rompan el cese?
Hay cosas por las que respondemos nosotros como Gobierno Nacional y otras que responden los mandos nacionales de esas organizaciones.
Danilo Rueda, comisionado de Paz. Foto:EFE
¿También el cese implica la suspensión hostilidades entre estas organizaciones? Por ejemplo, en Arauca hace un año comenzó una dura guerra entre el Eln y las disidencias de las Farc
Si el objetivo claro del cese bilateral decretado por el presidente Petro es el de eliminar las acciones ofensivas contra la población, los líderes sociales y las fuerzas militares, es obvio que ese tipo de acciones entre ellos también tengan una tregua permanente porque allí es donde se pone en riesgo la vida de las comunidades, de los líderes y ahí es donde actúa también la Fuerza Pública como objetivo de los grupos. En mi opinión, el cese involucra una dejación de ofensivas militares frente a todos los actores.
¿También podría darse un cese con estructuras criminales que operan en las principales ciudades?
Hay estructuras y organizaciones ilegales que operan en centros urbanos, particularmente en Medellín, Quibdó y Buenaventura, que ya han suscrito ceses de fuego y de hostilidades entre ellos y resultados del efecto de ellas, particularmente en Buenaventura y en Medellín, ha sido muy sensible. La gente ya siente claramente que hay un nuevo ambiente de seguridad humana en el territorio.
Pero está pendiente la ley de sometimiento, que es clave para el propósito de ‘paz total’ y va de la mano con ese cese…
Naturalmente. Producto de estas conversaciones de sometimiento y desmantelamiento de organizaciones del crimen organizado, parte de los resultados será precisamente tener muy claros los parámetros que van a garantizar el éxito de esas conversaciones y eso terminará en el Congreso de la República en un proyecto de ley que aspiramos a presentar en su oportunidad.
La propuesta de ‘paz total’ ha sido calificada como muy ambiciosa y completa, pero en estos cinco meses de Gobierno se han dado pasos claves. ¿Cuál es el mensaje que le envían al país con la noticia que dio el presidente Petro?
Muestra la decisión total del presidente de avanzar hacia la paz integral y la seguridad humana integral en Colombia. No esperamos que pasen varios años para iniciar este proceso de baja sensible del fuego cruzado que tanto afecta a las comunidades. Es una manera audaz, muy seria, de mostrar a los colombianos que vamos caminando realmente hacia la ‘paz total’ en Colombia. Además, que es prioridad para el Gobierno la protección de la vida de los colombianos en los territorios.
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