Han pasado más de dos años desde que el coronavirus se detectó por primera vez en China. Desde entonces, la comunidad científica no ha dejado de investigar sobre esta pandemia que, cada vez que todo parece regresar a la normalidad, sorprende con nuevas variantes.
Actualmente, la preocupación sanitaria mundial es la variante XE, que es la combinación entre las cepas de ómicron BA. 1 y su sublinaje BA. 2, también conocida como ómicron sigiloso.
XE fue hallada por primera vez en Reino Unido, donde ya hay más de 700 casos confirmados, pero también se han registrado casos en Tailandia y Brasil.
"Esta recombinante en particular, XE, ha mostrado una tasa de crecimiento variable y aún no podemos confirmar si tiene una verdadera ventaja de crecimiento. Hasta ahora no hay pruebas suficientes para sacar conclusiones sobre la transmisibilidad, la gravedad o la eficacia de la vacuna", aseguró la epidemiólga Susan Hopkins, asesora médica del United Kingdom Sailing Academy, en un comunicado.
El último informe de la Organización Mundial de la Salud, OMS, calificó a XE como una combinación silenciosa y altamente contagiosa, cuyos síntomas aún no son claros. De momento, estiman que se propaga un 10 % más fácil que el ómicron sigiloso (BA.2), reconocido por su facilidad de penetración.
Al ser una recombinante de ómicron, aún se tienen muy pocos datos de su sintomatología o particularidades. Sin embargo, la comunidad científica asume que los síntomas son similares a los de un resfriado.
Por ejemplo, las personas infectadas con XE en Reino Unido han presentado síntomas como secreción nasal, estornudos y dolor de garganta, pero, en algunos casos, persisten la fiebre, la fatiga y la tos, según lo explica 'Mirror'.
De acuerdo con la doctora Hopkins "hasta ahora no hay pruebas suficientes para sacar conclusiones sobre la transmisibilidad, la gravedad o la eficacia de la vacuna". En pocas palabras, no hay datos que determinen si XE es resistente a las vacunas y los tratamientos existentes.
Sin embargo, la evidencia científica que hay sobre ómicron destaca que si bien es cierto la vacuna no evita el contagio, sí disminuye el riesgo de sintomatología grave y muerte en caso de contraerlo.
"Las personas no vacunadas tienen un riesgo de muerte por covid-19 once veces mayor que las personas vacunadas. Las personas que contraen la enfermedad después de haber sido vacunadas son mucho más propensas a tener únicamente síntomas leves", destaca la OMS.
Por otro lado, ante la aparición de XE y nuevas mutaciones, principalmente en Asia, muchos investigadores a nivel mundial consideran que los biológicos tendrán que actualizarse periódicamente, como se hace con las vacunas contra la gripe.
En ese sentido, la FDA ha estado organizando reuniones con algunas farmacéuticas y expertos para diseñar un plan que contenga estrategias que ayuden a desarrollar refuerzos específicos para las cepas.
El objetivo de los encuentros, además, es establecer con qué frecuencia se debería evaluar la efectividad de una vacuna y en qué condiciones se justificaría el reajuste de sus componentes para que proteja más ante una nueva mutación.
"La acumulación de datos sugiere que es posible que la composición de las vacunas deba actualizarse en algún momento para garantizar el alto nivel de eficacia demostrado en los primeros ensayos clínicos de vacunas", explicó personal de la FDA a la agencia 'Bloom'.
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