“Desafortunadamente las personas que han sufrido de covid-19 quedan con secuelas como apnea del sueño, cansancio, debilidad y alteraciones del metabolismo”, dice el cardiólogo Fernán Mendoza Beltrán, presidente de la Sociedad Colombiana de Cardiología y jefe del Servicio de Cardiología y Medicina Interna de la Clínica Shaio en el marco de Semana del Corazón, quien agrega que las cifras de enfermedades cardiacas se han disparado desde que llegó la pandemia al país.
Para Mendoza, la infección se ha asociado a complicaciones como daño agudo en el músculo, infartos, miocarditis, arritmias y enfermedad trombótica venosa y arterial. De hecho, varios estudios han reportado un incremento significativo de la morbilidad y la mortalidad en las enfermedades cardiovasculares. “Por eso, a los pacientes con covid-19 hay que observarlos durante su enfermedad y después hacerles seguimiento para conocer el estado de su corazón y adecuar los tratamientos” explica el cardiólogo.
Se ha demostrado que las principales causas de morbilidad y mortalidad asociadas con la pandemia son las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión y las alteraciones cerebrovasculares, que en conjunto ocupan el primer lugar en las estadísticas colombianas.
De acuerdo con el presidente de la Sociedad de Cardiología, lo que se está viendo es que la mayor consulta de pacientes cardiovasculares llegan a los servicios de urgencias, por las situaciones de restricciones de visitas, y por eso muchas enfermedades y factores de riesgo fueron descuidados. Por otra parte, manifestó que la actividad física fue disminuida con el confinamiento, la dieta también falló y el suministro de medicamentos no fue oportuno.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren más personas por enfermedades cardiovasculares (ECV) que por cualquier otra causa. Más de tres cuartas partes de las muertes relacionadas con cardiopatías y accidentes cerebrovasculares ocurren en países de ingresos medianos y bajos.
Por eso los especialistas recomiendan a los pacientes que no deben descontinuar los medicamentos formulados para hipertensión arterial o para insuficiencia cardiaca y lo más importante: deben seguir con las recomendaciones no farmacológicas, como la disminución de peso, una dieta saludable, reducir la ingesta de sodio, realizar actividad física y lo más importante: controlar la presión arterial.
El presidente de la Sociedad de Cardiología recomienda a los pacientes consultar de manera temprana ante la presencia de un dolor torácico, respetar las medidas de distanciamiento físico, y en los servicios de urgencias deben ser valorados para saber si están presentando complicaciones asociadas al infarto.
Por otro lado, la prevención primaria en pacientes que no han hecho eventos cardiovasculares también es importante. Hay que hacer una toma de tensión arterial frecuente y saber si se inicia el tratamiento farmacológico, vigilar las cifras de azúcar en la sangre, suspender el cigarrillo, mantener el peso ideal y la actividad física.
Los síntomas
Si pensamos que un paciente tiene riesgo de presentar una enfermedad coronaria, se debe practicar exámenes de colesterol; en ellos se presentan síntomas como dolor torácico en el centro del pecho cuando se hace actividad física, se irradia a cuello, hombros, y se puede acompañar de sudoración y náuseas. Si el dolor se hace persistente, puede que corresponda a un infarto.
Pero también se presenta dificultad respiratoria, hay retención de líquidos o hinchazón de las piernas, síntomas que sugieren la falla cardiaca, cansancio, dificultad para caminar o desmayos y muchas veces la presencia de palpitaciones.
Las secuelas
El coronavirus, como todas las enfermedades infecciosas, produce un estado inflamatorio en el cuerpo, y esa inflamación puede comprometer muchos órganos; entre ellos, el corazón.
Uno de los compromisos más importantes es la miocarditis, que es la inflamación del corazón y hace que este no trabaje lo suficiente, no se contraiga y no envíe suficiente sangre al cuerpo; y además, que el paciente se asfixie más rápido.
La prevención
Hay que reforzar el control de los factores de riesgo, como son la hipertensión, dislipidemia, tabaquismo, disminución de peso y control del sedentarismo. Es necesario promover la alimentación sana, el movimiento, los espacios libres de humo y el pensamiento positivo.
Tratamientos
Para Rudolph Martínez, líder de investigación del de MSN, se observa un descuido de los pacientes, quienes abandonan los tratamientos o no acuden a las citas, lo cual termina agravando la situación. También se ha encontrado que muchos de ellos no asisten a los hospitales por miedo a contagiarse de covid-19.
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