En muchas partes del mundo la siesta es de rigor, pero un artículo dirigido por científicos chinos, y publicado hoy en la revista Neurology, advierte que quienes toman siestas largos o duermen más de nueve horas durante la noche, tienen un riesgo mayor de sufrir un derrame cerebral.
Las personas que normalmente hacen una siesta de más de 90 minutos durante el día son un 25 por ciento más propensas a sufrir un infarto cerebral que quienes disfrutan de un descanso de no más de media hora.
Los investigadores también establecieron que las personas que no toman una siesta o las hacen con una duración de entre 31 minutos y una hora no tienen una mayor propensión a tener un ictus, en comparación con quienes la disfrutan de menos de 30 minutos.
Ya estudios anteriores han demostrado que quienes duermen siestas largas o mucho por la noche, tienen cambios desfavorables en sus niveles de colesterol
"Se necesita investigar más para entender cómo las siestas largas y dormir más horas por la noche pueden estar asociados a un riesgo mayor de derrame cerebral. Aunque ya estudios anteriores han demostrado que quienes duermen siestas largas o mucho por la noche, tienen cambios desfavorables en sus niveles de colesterol y un aumento de la circunferencia de la cintura, ambos son factores de riesgo para un accidente cerebrovascular", dijo el autor del estudio Xiaoming Zhang, de la Universidad Huazhong de Ciencia y Tecnología en Wuhan, en China.
Las siestas largas y dormir mucho por la noche pueden indicar un estilo de vida inactivo, lo que también está relacionado con un mayor riesgo de infarto cerebral.
En el estudio participaron 31.750 personas en China con una media de edad de 62 años, sin un historial médico de ictus o de enfermedades graves al comienzo de la investigación, aunque a lo largo del seguimiento que se les hizo durante seis años hubo 1.557 casos de derrames cerebrales.
Los investigadores preguntaron a los participantes en el experimento sobre sus hábitos de descanso: En China, como en otros muchos países, la siesta del mediodía es muy común y el 8 % de los participantes en estudio afirmó que la hacía de más de noventa minutos. Además, el 24 % apuntó que dormía nueve o más horas por la noche.
Estos resultados enfatizan la importancia de moderar la duración de la siesta y el sueño nocturno
Los investigadores observaron que las personas que duermen nueve o más horas nocturnas tienen un riesgo 23 % mayor de sufrir un ictus que quienes lo hacen menos de ocho horas. Quienes toman siestas largas y duermen muchas horas por la noche resultaron con un riesgo 85 % veces mayor de tener un derrame cerebral que quienes son moderados con el sueño.
Los científicos también preguntaron si dormían bien y encontraron que el 29 % que reconoció que lo hacía mal, tenía más probabilidad de tener un ictus que el resto.
"Estos resultados enfatizan la importancia de moderar la duración de la siesta y el sueño nocturno, y de mantener una buena calidad del sueño, especialmente entre los adultos de edad mediana y los ancianos", dijo Xiaoming.
EFE