La detección temprana del cáncer de pulmón siempre es una prioridad para las organizaciones de salud, especialmente en personas que presentan factores de alto riesgo, como quienes tienen antecedentes familiares o han estado expuestos a materiales peligrosos.
Un reciente estudio amplió el espectro de posibles riesgos y compartió que la apnea del sueño grave podría vincularse con una mayor probabilidad de desarrollar esta enfermedad.
De acuerdo con los investigadores, el peligro podría incrementarse hasta en un 9% en personas que padecen esta condición, posicionándolas como candidatos potenciales para la detección preventiva del cáncer de pulmón.
¿Cómo la apnea del sueño impacta la salud pulmonar?
La apnea del sueño, una condición caracterizada por la interrupción repetida de la respiración durante el descanso, afecta el flujo de aire hacia los pulmones y se clasifica según la cantidad de episodios por hora.
“Cuando esto ocurre repetidamente, más de cinco episodios por hora, es anormal; entre cinco y quince, se considera un problema leve; entre quince y treinta se considera un problema moderado y mayor de treinta se considera un problema grave”, explica el neumólogo e investigador Luis Fernando Giraldo.
Esta condición, además de dificultar la respiración, provoca hipoxemia, lo que disminuye los niveles de oxígeno en la sangre. Según investigaciones previas, esta falta de oxígeno puede tener un efecto en la progresión de ciertos tipos de cáncer, favoreciendo su agresividad.
Los estudios iniciales sobre la relación entre la apnea del sueño y el cáncer de pulmón no habían logrado un vínculo concluyente, debido en parte a las variables de confusión que interferían en los resultados.
Con este nuevo enfoque, los investigadores aplicaron métodos modernos de inferencia causal, lo que les permitió obtener un análisis más preciso del riesgo asociado. “Cuando hay variables de confusión se distorsiona esa asociación y puede aparecer que no hay asociación cuando sí la hay”, destaca el doctor Giraldo.
Dado que realizar un experimento clínico exponiendo a las personas a la apnea del sueño sería antiético, se utilizaron estudios observacionales que permitieron comparar a personas con apnea severa con aquellas sin la condición para identificar si existía un vínculo directo con el cáncer de pulmón.
Este análisis fue desarrollado con la participación del grupo de Neumología Oncológica de la Fundación Jiménez Díaz y el Departamento de Epidemiología de la Universidad de La Sabana. Para la muestra, los investigadores seleccionaron a pacientes con cáncer de pulmón y personas sin la enfermedad, sometiéndolos a una polisomnografía para evaluar su calidad de sueño y frecuencia de apnea.
“Lo novedoso fue que aplicamos unas técnicas estadísticas que permiten que un estudio observacional se acerque lo más que se puede a un experimento clínico, sin tener que violar los lineamientos de ética de coger un grupo de personas y exponerlas a apnea del sueño para ver si desarrollan o no cáncer de pulmón”, añade Giraldo sobre la metodología aplicada.
Otros estudios se avecinaron
La publicación de los resultados generó nuevas investigaciones que han confirmado este vínculo con un mayor número de pacientes, ampliando el respaldo a la teoría inicial.
“Cuando lo publicamos, fue el primer estudio donde se detectó esa asociación y después de eso vinieron estudios que fueron hechos con un número mucho más grande de pacientes y que confirmaron lo que nosotros habíamos encontrado”, concluye Giraldo.
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Comercio (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.
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