Dolor de cabeza, fatiga, cansancio, palpitaciones y falta de aire pueden ser los signos de una enfermedad que afecta a las personas mayores de 60 años: la hipoxemia.
Según Mayo Clinic, la hipoxemia se presenta cuando el nivel de oxígeno en la sangre inferior al normal, específicamente en las arterias. Puede ser un signo de un problema relacionado con la respiración o la circulación, y provocar diversos síntomas, como dificultad para respirar.
El nivel de oxígeno en sangre normal es de 75 a 100 milímetros de mercurio (mm/Hg). Los valores inferiores a 60 mm/Hg generalmente indican la necesidad de oxígeno complementario.
El portal Salud Blogs Mapfre señala que los niveles de oxígeno inferiores a 60 mm/Hg indican que una persona o paciente presenta hipoxemia en su cuerpo. "Cuando la cantidad de oxígeno que podemos encontrar en los glóbulos rojos del torrente sanguíneo es inferior a un determinado valor, es decir, tiene bajo el nivel de oxígeno en sangre".
Cuando se habla de bajos niveles de oxígeno en la sangre se está hablando de hemoglobina. La hemoglobina es la proteína que transporta el oxígeno en la sangre y forma parte fundamental de la cantidad de oxígeno global que puede transportar el torrente sanguíneo.
Causas de la hipoxemia
Aunque la Epoc no tiene cura, sí puede ser tratable. Foto:iStock
Conforme a lo indicado por Salud Blogs Mapfre, la hipoxemia o bajo nivel de oxígeno en sangre se puede presentar por tres factores:
Alteración en la contractilidad pulmonar: lesión torácica, traumatismo y enfermedades que disminuyan la capacidad de movilizar la caja torácica.
Alteración en la capacidad de filtrar oxígeno en sangre: Neumonías, enfermedad pulmonar crónica (EPOC), asma, disminución de oxígeno en altitud y tromboembolismo pulmonar.
Alteración en el torrente sanguíneo que va al pulmón: tromboembolismo pulmonar, infarto agudo de miocardio, insuficiencia cardíaca y ahogamiento.
Tratamiento de la hipoxemia
Existen dos opciones para tratar la hipoxemia. Una de ellas es la istración de oxígeno suplementario mediante tanques de oxígeno. Así se logra aumentar la concentración de oxígeno. La cantidad de oxígeno es regulable y controlable para que se ajuste a las necesidades de cada paciente.
La segunda opción es tratar la causa principal que provoca el déficit de oxígeno de manera que la suplementación sea de forma transitoria y no definitiva.
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